El antiguo y tradicional barrio Las Mercedes se ha convertido en una zona de concentración de locales gastronómicos lo que le ha dado un ritmo vibrante y un carácter bohemio. Allí conviven, restaurantes, cafés, lugares de esparcimiento y residencias familiares. Es tan vibrante y pujante el lugar que los vecinos presentaron denunciar ante las autoridades por la polución sonora que existe en el lugar. Cerca de 20 locales se concentran en unas pocas cuadras.
El epicentro de la movida en Las Mercedes es la intersección de las calles Juan de Salazar y Padre Cardozo. En la segunda mitad del siglo pasado, esa zona era considerada un barrio residencial chuchi cuando aún no se vislumbraba su auge comercial. Fue uno de los primeros barrios en contar con el servicio de tranvía. Su situación cambió durante el post Itaipú, que supuso un gran ingreso económico para el país, causó sus efectos en el aspecto urbanístico y edilicio de la ciudad.
Las grandes mansiones y las construcciones faraónicas motivadas por el “itaipuismo” se ubicaron en los nuevos barrios y Las Mercedes perdió su estatus de territorio exclusivo de las clases pudientes de la sociedad. Pero como está a pocos minutos del centro de la ciudad no perdió su importancia e influencia. Siguió siendo un barrio residencial pero poco a poco se fue poblando de oficinas de pequeñas empresas, consultorios médicos, estudios de arquitectura y sede de empresas de marketing y publicitarias.
Esa variopinta concentración de actividades comerciales y profesionales fue exigiendo la presencia de servicios conexos como la gastronomía. En el 2011, en la esquina de Juan de Salazar y Teniente Morales se ubicó el café La Herencia que nace de la tradicional fábrica de chipas Hijas de doña Feliciana de Fariña y que se transformó en un elegante lugar donde uno puede disfrutar de un café o cocido con leche y chipitas. A medida cuadras hace unos años abrió una tienda gourmet.
En el 2012, se instaló en Padre Cardozo entre Juan de Salazar y Teniente Ruiz, otro de los locales pioneros: Walterio con su novedosa oferta de hamburguesas artesanales. En la misma época casi en frente recaló en un predio baldío Ninjas con Apetito, un beer garden cuyo principal atractivo era que allí se podía encontrar casi todas las cervezas artesanales que se producían en el país, cuando esta actividad estaba aún en pañales. Ambos locales ya desaparecieron.
Después, ya sin un rigor cronológico podemos citar la aparición de Índigo Bar (Juan de Salazar entre Washington y Padre Cardozo), Ña Eustaquia (Washington y Juan de Salazar), entre los más antiguos. El auge de la zona también llamó la atención de dos de las principales mini industrias de cerveza artesanal: Sacramento que se puso al lado de Índigo, porque ambos pertenecen al mismo grupo empresarial: G5. Y Palo Santo Brewing Co., que está en Whasington casi Teniente Núñez. También está en la zona Tap Garage y conocidos bares como Charles The Bar y Die Mannschaff Bar, el local alemán que está en el frente del predio del Rowing Club (Washington casi Juan de Salazar).
Muchas marcas gastronómicas muy conocidas se mudaron al barrio Las Mercedes. Uno de esos casos es el de La Burguesa, la hamburguesería del chef Bruno Brusquetti considerada como una de las mejores de la ciudad. Después de abandonar su local del Mburucuja Food Park se instaló en la casona que ocupaba Walterio espacio que comparte junto a Chochan y Choripan que también estaban en el Mburucuja Food Park.
Otro caso que se puede mencionar es el Koggi, que nació como Food Truck de comida coreana en José Berges casi Estados Unidos se instaló ahora en un de los chalets que están sobre Padre Cardozo. No se puede dejar de mencionar a Barra Bar, el icono de las hamburguesas que después de una accidentada desaparición, hace muchos años, reapareció en las Mercedes. El caso de La Quesería es otro, que tiene un bonito lugar en la planta baja de un edificio de departamentos, en la esquina de Washington y Teniente Núñez. Hatori, que es un restaurante de sushi también ya tiene sus años, pero no tanta trascendencia (Padre Cardozo y Teniente Ruíz). Entre los nuevos se destaca nítidamente El Arriero cuya locación es la privilegiada esquina de Juan de Salazar y Padre Cardozo, se trata de un atractivo local que ofrece parrillitas de picadas y asado con chop. Y ahí cerca está Isla Morada que se define como un restaurante de desayuno y brunch.
En un total de unas seis manzanas se concentran alrededor de 20 locales gastronómicos, la mayoría de los cuales se instalaron en los últimos dos años, antes y después de la pandemia. Como vemos las opciones son diversas lo que da a la zona un tono vibrante, pujante porque cada día se expande más todo el sector comercial y algunos incluso lo clasifican como bohemio, lo más parecido en nuestro país a lo que es el barrio Palermo en la ciudad de Buenos Aires. Tan vibrante y pujante es, que los vecinos agremiados en la Asociación Barrial Salvemos Las Mercedes denunciaron a los locales por ruidos molestos y polución sonora.
El barrio Las Mercedes se caracteriza porque también concentra numerosos edificios en altura con departamentos destinados a viviendas familiares. A la polución sonora agregaron quejas como la proliferación de inseguridad y la masiva presencia de cuidacoches. “Vinieron a destruir nuestro barrio, tan lindo que era” expresa una antigua pobladora de Las Mercedes que quiso mantener el anonimato.
The Station es el nombre de un proyecto edilicio construido en el barrio que se jacta de que tendrá una construcción sustentable y sostenible, con ventilación natura, espacio para estacionamiento de bicicletas y carga de vehículos eléctricos. En la promoción destacan que los que compren departamentos podrán disfrutar en las inmediaciones de locales gastronómicos y de esparcimiento. Bruno Brusquetti, propietario de La Burguesa comentaba que la mayor parte de la clientela son pobladores del barrio. “No percibimos que la gente venga de otros lugares, los clientes que teníamos en el Mburucuja Food Park no llegan hasta aquí.
“Nos va bien peo no es como queríamos que fuera, proyectábamos otras cosas. Nos repartimos un barrio entre demasiados locales como para que los consumidores sean solos los de aquí. No hay tanta gente para tanta oferta”, dice finalmente, aunque aclaró que no se estaba quejando porque aun así le esta yendo bien. El pasado 5 de mayo se realizó sobre la calle Padre Cardozo una exitosa feria con los emprendedores del barrio. Hubo stands para la venta de productos, conciertos en vivo y oferta de productos gastronómicos. Solo falta que los distintos sectores que integran el barrio se pongan de acuerdo para disfrutar de un barrio pujante, vibrante y bohemio como ellos mismos se califican.
Ahora se abrio Che Uru