Derlis y Marcos son dos cocineros de vasta experiencia, fraguados en largas jornadas sobre los fogones. La pandemia del corona virus también los convirtió en víctimas pero supieron aprovechar la oportunidad que siempre brindan crisis como éstas. Alquilaron un salón, armaron una cocina y ayudados por el delivery ofrecen “comidas de restaurantes” a precios accesibles. Son unos de los pocos que no “lloran miseria” en medio de esta catástrofe gastronómica. Eso sí trabajan el doble de horas.
En medio de la cuarentena inteligente y para activar en medio del parón laboral que esa medida significaba, Derlis Bogado decidió, un buen día, hacer paellas en su casa y vender en porciones para quienes decidieran ir a buscar. En una de esas jornadas vendió 200 platos y se le prendió la lamparita. Se asoció con Marcos Recalde, alquilaron un salón en Barrio Obrero y pusieron manos a la obra. Así surgió Apoha Emprendimientos Gastronómicos, que no es otra cosa que comida por delivery.
Derlis pasó por muchas cocinas, sea como chef o como asesor, Lido Bar, Upisa, Luigi´s, Grupo Bahía, Alagló figuran en su hoja de vida. Marcos estuvo recientemente como chef en Johnny B. Good, y pasó por Hotel Cecilla y Villa Morra Suites. “Somos duros, somos hierro viejo”, dice Derlis al explicar que trabajan entre 14 a 16 horas por días. “A las cuatro de la mañana ya estamos en el Mercado de Abasto para elegir y comprar los mejores productos y sobre todo frescos”, agrega.
De ahí es que el menú que todos los días publican en sus redes sociales y en los grupos de wasap que crearon, es una carta muy activa y cambiante ya que se elabora de acuerdo a la materia prima disponible. Se trata de una cocina de mercado. Trabajan de lunes a lunes y solo descansan los domingos por la noche.
“Estamos creciendo, satisfechos con lo que hacemos, haciendo lo que nos apasiona, trabajamos mucho y nos está dando resultados. Mientras tanto mucha gente llora, yo lo lamento, pero nosotros le dimos la vuelta, la experiencia que acumulé ahora estoy aplicando en mi negocio, claro ejemplo de que se pueden hacer muchas cosas en gastronomía. Teníamos que rebuscarnos y estos es un reinventarse al 100%” señala recordando que en los últimos años realizó muchos trabajos de asesorías para restaurantes.
La comida que ofrecen es “de restaurantes” pero con concepto de delivery. Los precios son muy accesible van de 15 a 25 mil guaraníes. “Nuestro costo operativo es bajo, no tenemos la infraestructura de un restaurante. Montamos un pequeño laboratorio solo para cocinar y vender por delivery. No apuntamos a ser un restaurante sino un prototipo o sino no encajamos en este negocio. Eso nos permite ofrecer una milanesa de lomo de 200 gramos a solo 18 mil guaraníes”.
Elaboran sus propios panes, de día y de noche, todas las jornadas tienen ensaladas, salsas caseras, comida saludable, elaborada en el día, tienen un menú base pero “apuntamos a una cocina del momento, un strogonoff, milanesa con papas horneadas, el plato que quieras, tenemos la mano para cocinar rápido. Desarrollamos comidas vegana y keto, damos comida a empresas y particulares”. Ofrecen pequeños caterings, paellas, bocaditos y asado sobre pedido. También envasan sus platos con atmósfera modificada de manera que los productos pueden durar hasta cinco días con dicho sellado.
“No nos podemos quejar de la facturación que tuvimos en nuestro primer mes de trabajo. No nos podemos quejar. Nuestra facturación es mayor en horas de la noche, armamos combos con los productos que tenemos en el día, ofrecemos sushi, hamburguesas, comida mexicana, que es lo que más éxito tiene. El combo mexicano cuesta 50 mil guaraníes y lleva burritos, nachos, quesadillas, tacos con guacamole y salsas caseras y keto. También salen mucho las tartas (30.000 guaraníes), que se hacen en el momento, tenemos la masa quebrada preparada, se estira, se rellena y se hornea una vez recibido el pedido”. Hay para todos los gustos, tartas de queso, de jamón y queso, de verduras, fugazza, solo que tienen un límite. La capacidad de producción es de 300 platos por día.