Foto de la última Expo Vino. Se va a extrañar la multitud pero no la cantidad ni la calidad de los vinos. Se hará en el Hotel Sheraton.
Una imagen repetida. Todos los años se colman los salones de la Expo Vino. Un evento que ya caló muy hondo en el público asunceno.
Una imagen repetida. Todos los años se colman los salones de la Expo Vino. Un evento que ya caló muy hondo en el público asunceno.

Pasó una nueva edición de la Expo Vino y otra vez culminó con el éxito al que nos tiene acostumbrado. Una multitud llenó las instalaciones de Talleyrand Costanera durante las dos noches, nuevas empresas importadoras se sumaron al evento, hicieron su aparición por primera vez algunas bodegas y varias etiquetas se presentaron en el mercado.

El mundo del vino en nuestro país parece mantener su vigencia y su alza constante a pesar de que no hace mucho tiempo tuvo que cerrarse el único bar de vinos que teníamos en la ciudad. Y también a pesar de que el sector gastronómico, especialmente el de los restaurantes no está pasando por un buen momento.

La Expo Vino ha cumplido nuevamente con sus expectativas. Sobre todo referente a la respuesta del público, que es el principal barómetro. Para la primera noche, no llegaron a vender en forma anticipada todas las entradas, habiendo quedado un pequeño remanente que se puso a la venta ese día. Pero para la noche del jueves, se agotaron las entradas y ese día fue difícil incluso encontrar lugar para estacionamiento.

El tablero de los vinos que estaban en exposición. Una modalidad adoptada el año pasado que pone en un panel todos los vinos que se pueden degustar y comprar.
El tablero de los vinos que estaban en exposición. Una modalidad adoptada el año pasado que pone en un panel todos los vinos que se pueden degustar y comprar.

Como ya ocurrió en las últimas ediciones, las mujeres constituyeron la mayor parte del público asistente, confirmando la tendencia que son ellas el gran sector consumidor de esta bebida. Hemos visto también gran participación de jóvenes y en general se puede apreciar algo así como una renovación constante, ya que los consumidores “consuetudinarios”, los “especialistas” y wine lovers buscan experiencias más específicas.

La cada vez mayor preponderancia que va adquiriendo la Expo Vino se manifiesta también en la cantidad de expositores que participan. En esta edición se llegó a un total de 25 empresas importadoras. Tres de ellas nuevas en el mercado: Bebidas Nativas del Paraguay SA, para los vinos uruguayos Narbona; Indel (Industrial Delights) para los vinos Gauchezco, ya conocidos en nuestro medio y por último MA&RA, con unos vinos absolutamente novedosos.

Un total de 265 etiquetas de vino estuvieron expuestas según el listado de precios que dieron a conocer los organizadores. Todos por supuesto de alta gama, es decir con precios superiores a los 50.000 guaraníes, aunque vimos algunas excepciones según constatamos en el mencionado listado. En general, podemos decir que se trataban de vinos de alta gama, de un nivel medio. No hubo tantos vinos top, como en pasadas ediciones. Existió sí, una mayor adecuación al bolsillo de los consumidores. La tiendita, que siempre se habilita con motivo de la exposición, estuvo muy activa.

London Import y Ramírez Díaz de Espada fueron las importadoras que mayor presencia tuvieron, por la gran cantidad de etiquetas expuestas. Del primero nos gustó el Rufino Reserva Duc Oro Chianti y del segundo el Terrunyo Carménère. Otros notables vinos que alcanzamos a degustar fueron el Pintia Cosecha 2013 de Monalisa, el Narbona Luz de Luna, el Errazuriz Don Maximiliano, Sagrado Pedernal, La Mascota Unánime, Familia Deicas Preludio, Callia Pyros, Colomé Auténtico Malbec y varios otros que ya no alcanzamos a anotar.

La undécima edición de la Expo Vino culminó nuevamente con éxito. Gran cantidad de participantes, nuevas empresas importadoras y numrosa variedad de vinos.
La undécima edición de la Expo Vino culminó nuevamente con éxito. Gran cantidad de participantes, nuevas empresas importadoras y numerosa variedad de vinos.

Se va notando que existe una mayor oferta y aceptación hacia los vinos de corte, ensamblajes o blends.  Al mismo tiempo, van incursionando cepas casi inexistentes en nuestro medio, como lo era el tannat, que en esta expo tuvo varios representantes. Mientras van consolidándose variedades como el cabernet franc o el torrontés. Predominaron los vinos argentinos, como siempre. Hubo presencia de vinos chilenos, brasileños, uruguayos, norteamericanos, españoles, franceses e italianos.

Han pasado ya once años, desde la primera edición de la Expo Vino, y este evento no ha parado de crecer, siguiendo el ritmo que el mundo del vino lleva en nuestro país. Si bien nuestro mercado, en gran parte, es un escenario de reexportación, el consumo interno está sosteniendo el auge que está demostrando el sector. Larga vida a la Expo Vino.

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