Carlos Pereira, un estilista brasileño de 37 años, residente en Ciudad del Este fue el que se eliminó anoche en MasterChef Paraguay. Lo condenó la falta de conocimiento de la técnica adecuada para cocinar un filet mignon, un plato sencillo pero que requiere de cierta sofisticación. Precisamente, una característica que Carlos exhibía por encima de los demás participantes. Pero así le fue.
La prueba de eliminación de la noche fue Filet Mignon con papas rosti y salsa de oporto. Para el que lo conoce y habitualmente lo cocina, es sumamente fácil. Pero no admite fallas, pues se hace de lomito, la carne más tierna y noble del animal que no puede desperdiciarse por errores en las técnicas de cocción u en otra etapa de la preparación. La guarnición y la salsa tampoco suponen dificultades. Se trata en suma, de uno de los platos más excelsos, preparados con carne.
Pero Carlos comenzó todo mal. Desde el vamos, cortó la carne en rodajas y no en medallones un poco más gruesos. Esto le traicionó en la cocción. Y la carne resultó más cocida que lo normal desaprovechando de esa manera la terneza del producto. Su plato tampoco tenía buena presentación y el resto de la preparación pasó casi desapercibida. La eliminación de Carlos resultó toda una sorpresa pues se trataba de uno de los competidores que más ordenado era en su trabajo en la cocina.
Tenía un estilo, pulcro, mesurado (lejos de esa peculiar locura que tienen los que trabajan en la cocina), sus maneras eran muy delicadas. Tiene una peluquería en Ciudad del Este. Se estableció allí hace cuatro años, proveniente de San Pablo. Era muy correcto y sus compañeros lo catalogaron como divertido. Pero son las reglas de la competencia, el que decepciona en la prueba de eliminación tiene que irse.
En general, todos los que llegaron a la prueba de la eliminación estuvieron bastante flojos. “No estamos conformes con lo que vimos”, dijo Colaso Bo. Era preocupante la escasa técnica que exhibieron los postulantes. A más de Carlos llegaron a esta instancia Marta, Walter, Fernando, Demián, Isaías, Armando y Cecilia.
Walter y Cecilia fueron los que estuvieron en capilla junto a Carlos. Walter, que siempre abre el paraguas ante una posible eliminación, se salvó nuevamente. Al igual que Cecilia que también presentó un Filet Mignon pasado de cocción, con un mal corte, escasa presentación y salsa deficiente. Entre los que estuvieron en esta instancia, llamó la atención del jurado, el plato presentado por Isaías, quién busco ir más allá que la consigna del desafío utilizando otros ingredientes y tratando de innovar.
Isaías, es un joven de 20 años oriundo de Coronel Oviedo, quién según sus propias palabras recién está saliendo debajo de las polleras de su mamá. No ocultó su satisfacción cuando su plato fue nominado el mejor de la ronda de eliminación.
Desde el balcón observaron la prueba: Ricardo, Andrea, Joaquín, Laura, César, Juliana, Ross, Noelia, Perla y Ruthy. En este grupo, están varios de los que exhibieron, hasta el momento, mejores condiciones gastronómicas para acceder al nuevo título de MasterChef Paraguay. Fueron los mejores en el primer desafío de la noche que consistía en elaborar, a dúo, una torta damera (con aspecto de tablero de damas), con dos tipos de masas diferentes acompañada de crema inglesa. No se anunció al plato ganador, pero la dupla que en primer lugar pasó al balcón fue la formada por Ricardo y Andrea. Después siguieron Joaquín y Laura, César y Juliana, Ross y Noelia, y finalmente Perla y Ruthy.
Esta nueva temporada de MasterChef Paraguay está poniendo una vara más alta en las pruebas que se exigen a los participantes. Si bien, nada hasta el momento tuvo una extrema complejidad, se puede notar que el nivel de los platos a preparar superar al de las temporadas anteriores. No solo basta que los concursantes tengan habildades especiales y específicas, deben también exhibir condiciones generales.