Parece sumamente raro. Puesto que los vinos generalmente son una expresión de la historia, de la tradición. Pero en la mencionada viña chilena la preocupación es el devenir. Lo que puede pasar con la naturaleza, con el medio ambiente, con los trabajadores. Por eso apuestan por lo orgánico con lo cual paradójicamente se basan en los orígenes mirando al futuro y desarrollan una conciencia social, sin dejar de lado la gran calidad de sus productos.
Esa particular visión, nos transmitió Thomas Samsing, gerente de exportación para Latinoamérica de Viñas Emiliana, que estuvo en nuestro país durante la pasada Expo Vino. “A diferencia de muchas viñas que tratan de mostrar un pasado, nosotros tratamos de pensar en el futuro. Que va a pasar con nuestra sociedad, con nuestros trabajadores, con el medio ambiente. Por eso nuestras intenciones están puestas en el futuro”. Ese futuro para Thomas está centrado en lo orgánico.
Emiliana es una de las viñas orgánica y biodinámica más importantes del mundo. Esto quiere decir que trata de reflejar la armonía entre la máxima calidad de sus vinos y el respeto por el medio ambiente y las personas. Por una cuestión de comodidad comunicacional insisten en el aspecto orgánico de sus productos ya que ser biodinámico implica también ser orgánico. Y esto merece un poco de explicación.
“Lo orgánico se refiere a tratar el campo de forma natural. No usar productos químicos para fertilizar o controlar las plagas”. Y a manera de ejemplo, comentaba Thomas que cuando querían combatir el burrito de la vid, una plaga que escala por el tronco hasta llegar a la flor, sueltan a las gallinas que se comen a los burritos y de esa manera logran controlarlos de manera totalmente natural y siendo amigable con el medio ambiente.
“Creemos en este tipo de agricultura para tratar de obtener, uvas de mejor calidad y un campo sustentable a largo plazo, muy fértil”. Así también logran cuidar la salud de los trabajadores ya que no necesitan usar ningún tipo de mascarilla para evitar los efectos nocivos de algunos productos químicos. Además como parte de su acción de responsabilidad social Emiliana capacita en este concepto a los trabajadores para que cultiven productos orgánicos en parcelas otorgadas por la empresa para el sustento familiar.
Y lo biodinámico, implica lo orgánico pero va un paso más allá. Considera al campo como un organismo vivo pero cerrado. Nada de lo que se utilice en él puede provenir de otro lugar. “Si tienes un campo orgánico tu fertilizas con compost que pueden ser de otro campo orgánico. Si es biodinámico tienes que producir tu compost con los residuos de tu propio campo. De esa forma se mantiene la identidad y la autenticidad real del campo. A mí me gusta mucho definir esta agricultura como una agricultura preventiva a diferencia de una agricultura convencional que es una agricultura reactiva. En la preventiva tienes que estar permanentemente prestando atención a tu campo viendo que pasa con el tiempo, con la luna, con los insectos, con el suelo, la temperatura y así siempre estás preparado para lo que sobreviene o suele suceder. En la convencional, se tiene la cultura de bajar al mínimo los gastos y solamente se invierte cuando el problema existe”.
Visto de esa manera, los campos orgánicos y biodinámicos constituyen una máxima expresión del terroir representativo del vino. “Hay muchos viñedos hoy en día que hablan del terroir, de la expresión de origen, pero yo me pregunto cuando un viñedo lleva 30 años rociando el suelo con fertilizantes artificiales, lleva 30 años usando insecticidas con productos químicos, ese suelo cambia totalmente y deja de representar el lugar de origen y se transforma en un suelo más homogéneo. En cambio nosotros de forma orgánica logramos tener suelos muchos más fértiles que nos piden esa denominación de origen y que el consumidor tanto valora y tanto gusta”.
A la hora de la vinificación, se trata de respetar la fruta al máximo posible, y los vinos se producen con la mínima intervención. Se utilizan depósitos de concreto y barricas de segundo y tercer uso para evitar que los vinos tengan mucha predominancia de notas de ahumado y pimienta que aportan la madera. Tampoco agregan insumos de origen animal, con lo cual benefician a los consumidores veganos. “El consumidor tiende mucho a valorar esta viña porque saben que están eligiendo un producto de calidad y que aporta al desarrollo del medio ambiente y la sustentabilidad del planeta”, sostiene el entrevistado.
EN PARAGUAY
Los vinos de Emiliana se venden en Paraguay a través de Distribuidora Gloria. El 90 por ciento del portafolio de la empresa está presente en nuestro país. Entre ellos las líneas Adobe (Reserva), Novas (Gran Reserva), Signos de Orígen (Premium) y Coyan el vino ícono de la viña, el primero en ser certificado orgánico en toda América Latina. También se encuentra aquí la línea Gé, que no estuvo presente en la Expo Vino, dónde el público pudo degustar y comprobar la calidad de estos productos.“La venta se ha comportado muy bien gracias al gran distribuidor que tenemos porque ellos entienden muy bien lo que nosotros buscamos. Si bien el producto es orgánico, ellos no se han encerrado en este nicho, sino que también han logrado posicionarse en los mejores lugares donde la gente bebe vino. Hemos logrado crecer en ambos nichos acá en Paraguay. Está la gente que quiere aventurarse por los productos orgánicos y veganos y también hemos encontrado consumidores entre quienes gustan de los vinos independientemente de que sean orgánicos o no”.
“Hoy en día en Paraguay y en Latinoamérica se prefieren vinos un poco más suaves, la gente aprecia mucho las variedades como el carmenere o el merlot, que son un poco más suaves y tienden a jugar con otros sabores, no tan predominantes como la carne, que suele acompañase con un cabernet. Con esas variedades hemos logrado posicionarnos muy bien”.
Emiliana exporta a 80 países del mundo. El americano, el canadiense y los países nórdicos son los principales mercados. En ellos se valoran mucho los productos orgánicos e “incluso van más allá y también tienen mucho en cuenta la responsabilidad social de la viña, la calidad y la forma en que elaboramos nuestros vinos. Paraguay es mercado pequeño pero es un mercado interesante porque ha crecido exponencialmente en los últimos años y estamos interesados en lo que pasa”.
Finalmente Thomas nos recordaba que la agricultura orgánica no es algo nuevo. “Es la agricultura tradicional. Los primeros agricultores fueron orgánicos al inicio. Tenían vacas, animales y un sistema equilibrado. Lo que nosotros estamos haciendo es volver al origen”.