Días pasados se realizó en In Vino Veritas una cata de Freixenet, el cava español que hoy día está tratando de recuperar el terreno perdido en el mercado español donde hoy tiene que competir con nuevas opciones y alternativas.
La cata privada estuvo dirigida a periodistas e invitados especiales y fue presentada por el sommelier Oscar Olivera y propiciada por el Club del Sommelier, que funciona bajo la jurisdicción y como un servicio de AJ la importadora del producto. “En algún momento Freixenet se instaló aquí en Paraguay y después vinieron otras ofertas y el gusto de la gente se fue desplazando. El público elige otros productos y dicen que ven a Freixenet como algo viejo”, decía Oscar Olivera al inicio de su presentación.
Oliver Gayet, en su artículo semanal en la revista Gastronomía del diario ABC Color hizo una completa reseña de los vinos espumantes que actualmente tenemos en el mercado. Años atrás existía otra realidad, en donde Freixenet tenía un mayor protagonismo. Por eso, Olivera recordó un poquito la historia del cava español y sobre todo las cualidades de Freixenet, una bebida que no ha cedido en calidad.
El cava en España, es lo que el champagne en Francia. Cuando los franceses comenzaron a sacar rédito de la promoción internacional que realizaron con el Champagne, los españoles decidieron hacer un vino espumoso con la misma metodología, un método tradicional con segunda fermentación en botella. Implementaron la ley con la denominación de cava. En la denominación de origen se mencionaba a Tarragona y Barcelona, pero el cava también se hace en otras regiones de España.
La historia nos remonta al año 1861 y vemos que Casa Sala era el antecesor de la empresa familiar que luego se denomina Freixenet. Y en 1914 se hace el lanzamiento al mercado de la primera botella de espumoso bajo la marca Freixenet. Recién en 1967 se hace el lanzamiento por televisión de Carta Nevada, icónica etiqueta que acabaría dando identidad a la marca. Desde entonces adquiere un gran desarrollo y prestigio internacional. Hoy el producto se vende en más de 150 países.
LA CATA
La cata privada incluyó la degustación de los siguientes vinos:
Paso 1. Carta Nevada, típico de la región de Barcelona y Tarragona. Es una combinación proporcional de las variedades Macabeo, Xarello y Parellada. Pasó nueve meses en contacto con sus lías. “La primera le aporta acidez, el Xarello la estructura y el Macabeo, la finura” decía Olivera para rematar que se trata de un producto elegante en boca. Es un cava fresco y con una suave acidez que le confieren un bouquet muy especial. Color amarillo con reflejos doras con burbujas finas. “En boca tiene una entrada suave y amargor hacia atrás. El retrogusto es afrutado, no complejo, fácil de beber, ágil en boca”.
Paso 2. Cordón Negro, es un cava ligero, apreciado por su gran frescura que lo hace muy actual, formado por un coupage con las tres variedades Parellada, Macabeo y Xarello. De color amarillo pálido con tonos verdosos, brillante. Burbuja abundante, fina, persistente y muy integrada. Aromas finos y delicados, predominando los tonos de fruta verde (manzana y pera) ligeros matices de fruta tropical madura (plátano y notas de piña) y fondos cítricos de hierbas frescas. Es seco, sus burbujas son más continuas que la anterior y más persistentes. Este cava pasa 14 meses con sus lías dentro de la denominación de los cavas sería un reserva, esto le da más aporte, un poco más de aromas fermentativos antes que la fruta. En boca es similar a un champán francés, porque sus burbujas son envolventes, se concentra en la mitad de la boca hacia adelante, sentimos en el otro un amargor. Es más cremoso, más amplia, con más peso, con acidez sutil y burbuja totalmente elegante. El color del segundo es un poco más dorado que el primero. Impactó con su botella negra en el 74.
Paso 3. Cordón Rosado. Un cava mezcla de las variedades trepad (70%) y garnacha (30%) que pasa de 12 a 14 meses con sus lías (Reserva). El color que tiene no es por mezcla sino porque pasa leve tiempo por sus pieles. El Trepad aporta color y finura pero no es muy expresivo. Tiene color vivo fresa, brillante y burbuja abundante de tamaño medio. Afrutado con ricos aromas florales y laurel, notas de frutas rojas (mora, frambuesa), frutos exóticos (granada), higos secos, dátiles bien armonizados con aromas frescos de crianza media.
Paso 4. Segura Viudas. Un cava de la bodega del mismo nombre que pertenece a Freixenet. Elaborado a base de las mejores añadas de macabeo y parellada. Pasa 30 meses con sus lías lo que le da una categoría de Gran Reserva. Su alto porcentaje de macabeo permite conservar más tiempo su juventud durante larga crianza. Su potente aroma de crianza en botella deja entrever una perfecta combinación de azúcar y acidez. Elegante al paladar con memorable gusto final a crianza. “Con este producto estamos a la altura de un champagne francés, a mitad de precio”, aseveró Olivera.
Paso 5. Freixenet Ice. Un semiseco especial, de burbuja fina y elegante. Bueno para disfrutar del buen tiempo durante las vacaciones. Fue creado por los enólogos a partir de las variedades Xarello, Macabeo, Parrellada con un toque de Chardonnay, para ser servido como un “mixer” en la elaboración de cócteles ya que realza la combinación deseada. Tiene aromas a flores, melón y piña.