Flotaba en el ambiente una sensación de bullicio y alegría. Fue una expo vino más relajada y divertida que la que suele hacerse a mediados de año. Es que el calor suelta más a la gente y además los blancos, rosados y espumantes tienen la virtud de que pueden tomarse más frescos y en más cantidad por su menor tenor alcohólico. Contribuyó además que es la época del año en que se inicia la temporada de festejos y celebraciones.
La primera expo de blancos, rosados y espumantes sobrepasó las expectativas. Tuvo gran cantidad de asistentes y las empresas importadoras pudieron mostrar productos, que generalmente no forman parte de sus promociones habituales. Siendo la primera experiencia en la materia nadie se arriesgaría a tirar la casa por la ventana. Quizás eso explica la ausencia de la “fastuosidad” que caracteriza a las expo vinos.
Los primeros que tuvieron motivos para celebrar fueron los importadores. Este año se está cerrando para ellos con un notorio repunte en la venta de vinos. Dos factores principales inciden en esta situación. Primero, el hecho de que en general, las temperaturas fueron más bajas en lo que va del 2016 y el segundo, es el freno que tuvo el contrabando, a raíz de las diferencias cambiarias. Ya les va bien y ahora vieron por primera vez como el consumidor paraguayo respondía fervorosamente al consumo de los blancos, rosados y espumantes.
Los organizadores también tenían sus motivos para celebrar. No se sabía cómo iba a responder el público a esta primera experiencia. Hubo algunas marchas y contramarchas. Se suspendió la habilitación de un sector exclusivo para el consumo de champagne y el sector gourmet también sufrió las consecuencias al no apostarse más fichas en su implementación. Y sin embargo, si bien no obtuvieron el 10 felicitado, aprobaron la prueba con creces.
Ya no debe sorprendernos que sean las mujeres las que más asisten a este tipo de eventos. Irrumpieron fuertemente en el mundo del vino. No hay estadísticas para medir exactamente su participación en el consumo, pero lo que puede observarse es que su presencia es la que domina, en todo lo relacionado a la cultura del vino: catas, cenas maridajes, degustaciones, expo vino, etc.
Además en esta ocasión el motivo de la expo eran los blancos, rosados y espumantes. Tipos de vinos que tradicionalmente se asocia a las féminas. Y esto tiene su historia. La mujer antiguamente siempre estuvo relegada al ámbito privado (al hogar) y el hombre dominaba en lo público. Ellas no podían ingresar a los bares. Pero poco a poco, concesiones o conquistas mediante, fueron admitidas a esos lugares, pero no podían beber. En el siguiente paso, ya podían hacerlo pero tuvieron que producir un vino dulce que se adaptara a su paladar. Pero esto ya es historia, las mujeres le dan al tinto, blanco o rosado y espumante, con igual entusiasmo. Ni que decir al champagne.
Champagne del que sólo vimos dos ejemplares anoche. El Pommery de Edesa y el Taittinger de Monalisa. Había cerca pero no más de 100 etiquetas, muchas tuvieron que ser desempolvadas por las empresas importadoras porque hay que considerar que el consumo de vinos BRE (blancos, rosados y espumantes) siguen siendo una mínima parte del consumo total de vinos en el país. No alcanza ni al 5% del total. Y es inevitable que muchos se pasen durmiendo una larga siesta cómodamente en los cajones o arrumbados en los estantes
Esto hizo que hubiera una gran interacción entre los consumidores, los sommeliers y responsables de los stands de las empresas, porque había que explicar características y cualidades de productos que normalmente no se encuentran en el mercado. Así es que hubo algunas sorpresas y quizás la mayor de todas fue el Tokay seco. Un vino húngaro de la bodega española Vega Sicilia, importado por Monalisa. Una etiqueta que generalmente es apreciada por sus vinos dulces.
Un total de trece importadoras estuvieron presentes con sus vinos. Imposible hacer una reseña de todas las etiquetas. No fuimos con la intención de los catadores, probar-escupir, probar-escupir, sino más bien con la misión de probar-engullir. Así que apenas nos dedicamos a degustar aquellos que nos llamaron más la atención. Los champagnes mencionados, el Tokay, el Bottega Petalo del Amore (Mannah), un vino que nos recomendó probar Betto Barsoti con el siguiente consejo incluido:
“Mira vos agarras una conservadora llena de hielo metes ahí varias botellas y te vas a la playa o la piscina, no sabes las mujeres que vas a tener alrededor”. En una de las vueltas que dimos nos detuvimos en el stand correspondiente para probar su recomendación. Lastimosamente no vamos a poder seguir su consejo. No estamos en condiciones civiles ni físicas. Pero es una sugerencia que extendemos a los demás. Este vino también tiene otra anécdota. Nos comentaron que un señor que dijo de Cerro «25 pagantes» agota toda la existencia cada vez que llegan las nuevas partidas. ¿Será que Beto le hizo la misma recomendación?.
También nos detuvimos en el stand de London Import, para probar los vinos Rufino, el moscato y el prosecco, ambos una delicia. Nos dimos un tiempito para apreciar mejor a un conocido: el Rutini Apartado Gran Chardonay (AJ Vierci) con 12 meses de añejamiento en barricas de roble y aunque sea un vino con posibilidades de guarda, invita a consumirlo inmediatamente. Luego le tocó el turno al Amalaya Brut Nature (Global Market). A estas alturas, la aguja se acercaba al indicador de tanque lleno. Y apenas tuvimos tiempo para hacer un vuelo rasante por los conocidos Chandon (Modiga) y los espumanes de Navarro Correas (Wines & Spirits). Con el resto ya no pudimos.
Otra verdadera sorpresa fueron los precios a los que se vendían los vinos exhibidos en la expo. Algunos tenían rebajas de hasta el 58% para pagos en efectivo. El más caro era el Taittinger Nocturne que se vendía a 363.000 guaraníes, 8% más barato que el precio de mercado. Y el más barato un Ventisquero Reserva Sauvignon Blanc a 27.000 con un 23% de rebaja. Y entre esos extremos ofertas de todo tipo.
La BREXPO se realizó anoche en la Maison Saint Charles en Quesada entre Cruz del Chaco y Cruz del Defensor. Fue organizada por Agrupando Ideas e In Vino Veritas. Parciparon las siguientes empresas importadoras: ACSA, EDESA, Modiga, Global Market, La Mercantil Guaraní, Decanter, AJ Vierci, El toque francés, Mannah, Monalisa, London Import, Radesa y Wines & Spirits. El sector gastronómico contó con la participación de Hirosushi, Dos Mares, Sin Reservas, Entrecôte y Délices de France. Esta primera experiencia quizás convenza a los involucrados en el mundo del vino a apostar más por los blancos, rosados y espumantes.