Es un vino para elegidos. Es un vino para entendidos. Cuesta 1.260.000 guaraníes la botella. Hay que tener la mosca y ganas de tomarlo. Y si tenés lo último y algo de lo primero, podes recurrir al The Wine Bar & Co y disfrutar de un Chadwick, vino ícono de Chile en la medida de tus posibilidades. Una copa más llena o más vacía. Y así con otros grandes vinazos de diferentes precios y sabores.
Esa es una de sus grandes virtudes. La posibilidad de que por el precio de una copa te puedas tomar un excelente vino cuyo precio por botellas quizás no puedas alcanzar o que simplemente no te animas a invertir en él sin antes tener la posibilidad de probarlo, degustarlo. También está el hecho de que muchas veces no estás como para echarte al gollete toda una botella sino que simplemente saborear algo de eso que generalmente viene envasado en botellas de 750 ml o más.
Te da además la oportunidad, de que en una sola sentada, podes probar distintos vinos y no tener que estar amontonando botellas sobre la mesa como lo acostumbran hacer los amigos cerveceros. Es que podes darte el lujo de degustar, catar o como quieras llamarlo hasta 16 vinos diferentes ya que te podes servir en una medida de 25 ml, especial para este menester. En fin, si te da el cuero, bolsillo y estómago, podes brindar con 16 bebidas diferentes.
Esa es la esencia del The Wine Bar & Co que recientemente inauguró su local en el Paseo La Galería y uno de sus responsables es el sommelier Oliver Gayet. El concepto de que el vino por copas se expenda a través de un dispensador, no es nuevo sin embargo. Hace varios años, tal vez 10 o más, si la memoria no nos falla (suele fallar a menudo) Las Cañitas habilitó un “un bar de copas” de vino en el Mariscal López Shopping, que desapareció poco después sin pena ni gloria.
Claro que el dispensador de aquél entonces era analógico y el de The Wine Bar & Co es digital. Además tiene un moderno sistema. Se provee a los clientes de una tarjeta magnetizada a la que uno debe cargarle el crédito, a partir de 50.000 guaraníes, que al introducir al dispensador le indica los diferentes precios de los vinos y le aparece en la pantalla el saldo restante. Uno puede elegir, entre una medida de 25 ml y una de 250 ml. Puede repetir las medidas cuantas veces quiera, siempre y cuando le quede saldo en la tarjeta. No hace falta que lo agote de una sola vez, porque usted se queda con la tarjeta y con el saldo si es que lo hubiere.
El sistema es de autoservicio. Munido de la tarjeta el cliente toma una copa y se dirige al dispensador para optar por el vino de su elección. Como dijimos son 16 vinos de diferentes cepas y bodegas. En la primera semana después de su habilitación los vinos entre los que uno podía seleccionar son los siguientes:
- Matua, Sauvignon Blanc
- Salentein, Sauvignon Cabernet – Pinot Noir
- Chateau Des Muraires, rosado
- Escudo Rojo, Chardonnay
- Alegoria Navarro Correa, Cabernet Sauvignon
- Cordillera, Carmenere
- Marques de Casa Concha, Merlot
- Petite Fleur, Malbec
- Viñedo Chadwick, Cabernet Sauvignon
- Fos Crianza, Tempranillo
- Founders Collection
- Emma, Bonarda
- Colomé Auténtico, Malbec
- D.V.Catena, Adriana, Malbec
- Les Haus de Smith
- Achaval Ferrer Quimera
Los precios de las copas oscilan entre 30.000 guaraníes y los 210.000 que cuesta un Chadwick. No vimos espumantes entre las etiquetas seleccionadas, pero Oliver Gayet ya anunció que próximamente también se incorporaran en el dispensador. La idea es que los vinos vayan rotando cada 15 días.
En realidad The Wine Bar & Co, no se agota sólo en este moderno sistema de ventas de vinos por copas sino que además ofrece un local y una ambientación muy agradable. Ubicado en el segundo nivel de Las Terrazas del Paseo La Galería, tiene un espacio cerrado muy acogedor con una tenue iluminación, para que no moleste tanto a los clientes y sobre todo a los vinos. Una decoración casi minimalista con muebles cómodos. Tiene el plus de que cuenta con una extensa terraza donde se puede disfrutar de una copa de vino al aire libre.
Y como no podía faltar, tiene un servicio gastronómico pensado para servir de acompañamiento ideal para las numerosas propuestas enológicas. Así hay posibilidad de servirse una clásica tabla de quesos y jamones; ceviche de tilapia, carpaccio de carne, así como otros bocados de salmón, papas bravas, empanaditas al horno, aceitunas negras y unas infaltables mollejas. Todo fríamente calculado para que esta vez la comida sea el acompañante y no a la inversa. Si el médico le recomendó que una copa al día le hará bien a su salud. Este lugar es uno de los más apropiados para estar en forma.