La ley municipal que prohibía en la ciudad de San Pablo, Brasil, la comercialización de foie gras quedó sin efecto por una decisión del Tribunal de Justicia del Estado, hasta que se decida una reclamación presentada por la Asociación Nacional de Restaurantes que alegó usurpación de competencia y falta de razonabilidad de la medida adoptada.
El juez Sergio Rui, relator del Tribunal de Justicia del Estado de Sao Paulo, competente en la materia ordenó la suspensión hasta que se tome una decisión final en la Acción Directa de Inconstitucionalidad presentada, por lo que el foie gras podrá seguir vendiéndose en los restaurantes de San Pablo, el mayor centro gastronómico de Sudamérica.
La Asociación Nacional de Restaurantes del Brasil utilizó el argumento de que el municipio de San Pablo no puede legislar sobre la producción y el consumo de alimentos. Además citó un artículo de la Constitución de ese país que dice que: “Compete a la Unión, los Estados y al Distrito Federal legislar sobre florestas, caza, pesca, fauna, conservación de la naturaleza, defensa de los recursos naturales”.
La suspensión dictada por el Tribunal de Justicia todavía es pasible de la presentación de recursos por parte de la Municipalidad, pero esta institución aún no se manifestó al respecto. Lo que opine deberá ser considerado por un colegiado de jueces, que deberá dar una opinión definitiva al respecto, pero que no tiene fecha o plazo para pronunciarse.
La prohibición de la comercialización de foie gras fue aprobada en forma unánime por lo que sería la Junta Municipal de San Pablo, y el argumento era que para su obtención se sometía a un gran sufrimiento a los patos y gansos. Esta decisión recibió numerosas críticas y entre ellas la que sostenía que la Ciudad de San Pablo, no tenía facultad para tomar una decisión en ese sentido.
Se esperaba que Fernando Hadadd, algo así como el intendente de San Pablo, vetara la decisión de la Junta Municipal, pero sin embargo sancionó la ley el 26 de junio pasado tratando el tema dentro del ámbito de la legislación ambiental. En su decisión Hadadd otorgó un plazo para que todos los afectados se acomoden a la nueva medida y la prohibición tenía que entrar efectivamente en vigencia el 11 de agosto.
La Asociación Nacional de Restaurantes, en su presentación ante la Justicia sugirió para resolver el tema lo siguiente: “Si el propósito del legislador es la protección de los gansos y patos utilizados en la producción del foie gras, tal deseo podría lograrse de forma más fácil y rápida, mediante la disciplina en la forma de crianza de esos animales con la prohibición de la alimentación forzada y no por la prohibición pura y simple del producto, porque en lo que se refiere al foie gras producida en otras localidades, inclusive en el exterior, la medida es totalmente inútil”.
El foie gras es uno de los platos más renombrados de la gastronomía francesa y se obtiene del hígado graso de los patos y gansos que para tal efecto son sometidos a una alimentación forzada que implica un gran sufrimiento para esos animales. En muchos países del mundo, la producción de foie gras está prohibida. En otros está reglamentado y se exige una producción más humanizada.
El tema siempre crea polémica entre los lectores y los consumidores. Están quienes se oponen a ultranza a la producción de alimentos que impliquen sufrimientos para los animales y en el otro extremo se ubican los que justifican todo con tal de obtener un buen bocado. Esto abre el debate, mucho más amplio, de cómo en general se producen los alimentos que consumimos, tanto por sus métodos como por su higiene y salubridad.
Betto Barsotti, comentando un artículo que publicamos sobre el foie gras subió al Facebook un video sensacional llamado La sorprendente parábola del foie gras de Dan Barber que es un verdadero poema y un material imperdible. También quiero invitarlos a ver como en el ámbito de la vitivinicultura se puede elaborar productos con un gran respeto a la naturaleza, como lo hacen en Emiliana.
Y para terminar queremos hacer nuestra una expresión que Dan Barber realiza sobre la producción de alimentos. “La elección más ecológica de alimentación, es casi siempre la más ética y seguro la más deliciosa”.