La semana pasada el Papa Francisco fue nombrado sommelier honorario por la Asociación Italiana de Sommeliers. Junto con la distinción el Santo Padre recibió un tazón de degustación de plata igual a la que usa un sommelier y una caja de madera con dos botellas de vino tinto. En la oportunidad, Francisco negó los rumores de que él era un abstemio y sólo era aficionado al mate.
La ceremonia se cumplió en El Vaticano el miércoles pasado, luego de una audiencia general, oportunidad en que recibió a Franco María Ricci, Presidente de la entidad que nuclea a los sommeliers de Italia, quién encabezó una delegación de aproximadamente 180 productores de vino, viticultores, sommeliers y periodistas especializados.
“Yo no soy abstemio. Yo bebo un poco de vino de Italia y otros países de todo el mundo. Pero sólo un poco”, declaró el Papa en declaraciones que fueron reproducidas por el sitio web de Gran Bretaña breibart.com, medio que posteriormente agrega la información de que «el abuelo del Papa, de hecho, fue enólogo de origen piamontés”.
«Cuando él pronunció esa frase. Me sentí aliviado», dijo Ricci con una gran sonrisa y a continuación comentó: «Para nosotros los productores, sumilleres y viticultores, es un honor y un estímulo importante para nuestro trabajo.»
«La idea de pedir una audiencia con el Papa vino a mí cuando me enteré de que él hizo tantas referencias a buen vino en su predicación», expresó el Presidente de los Sommeliers de Italia.
El medio digital británico también hace referencia a una serie de alusiones que el Papa Francisco realizó a través de su predicación. “No es difícil encontrar referencias enológicas positivas”, señala y recuerda que en febrero del año pasado pasó a ser noticia cuando dijo: «sin vino, no hay fiesta», en alusión a las bodas de Caná. «Imagínese terminando la fiesta bebiendo sólo té!», había expresado el Papa en esa ocasión.
En la Biblia existen aproximadamente 224 referencias al vino. Y una de las más conocidas es la máxima pronunciada por Jesús “no se guarda el vino nuevo en odres viejos”. El predecesor de Francisco, el Papa Benedicto XVI, hizo frecuentes referencias al vino, y en su primer saludo público después de su elección al papado, se definió a sí mismo como «un simple y humilde trabajador en la viña del Señor.»
Por otro lado, en marzo del año pasado la bodega mendocina Piccolo-Banfi lanzo a la venta dos etiquetas: Cónclave CCLXVI Gran Corte 2010 (un blend de malbec, cabernet franc y cabernet sauvignon) y Cónclave Reserva Malbec 2012, inspiradas en la reunión vaticana que convirtió a Jorge Bergoglio en el papa Francisco. Y sus dueños le entregaron una botella en mano, a lo que el Pontífice, sorprendido, respondió: «¡Van a decir que soy un curda!».
Fuentes: breibart.com y lanacion.com