Un año ha pasado desde que vendieron la primera miniburger con el concepto de alimento natural de alto valor nutricional y elaborado con productos orgánicos. Hace seis meses inauguraron un restaurante con el mismo concepto y allí concentraron la aplicación de ese principio que reza “Que tu comida sea tu alimento y tu alimento tu medicina”.
La Semilla, restaurante natural, reunió días pasados a sus clientes y amigos para festejar esa fecha y nosotros aprovechamos para hablar con su propietario Rubén Hermosa, quién hizo una evaluación del año transcurrido. Y en coincidencia con esa fecha el restaurante también aprovechó para presentarnos la nueva carta.
“La nueva carta es la nueva manera de disfrutar los platos favoritos de la gente, pudimos resumir el gusto de los consumidores en unos platos tradicionales pero retocados para que tengan un mayor valor nutricional elaborados con ingredientes naturales y orgánicos”, explica de entrada Rubén.
También hizo notar que actualmente los platos más informales, por eso se presentan en forma de sandwiches, rolls, pizzas integrales con queso magro, sushi integrales con granos enteros como quinoa y arroz integral. Entre los platos que más gustaron a los consumidores a lo largo de este tiempo están los platos tradicionales con pescados. “Son los que más se piden acá siempre, calculo que es por el valor nutricional que manejamos. La gente se orienta más a comer lo que es más limpio y sano”, explica.
A pesar de que, actualmente en La Semilla uno de los platos favoritos es el True Lomito que según nos ilustra Rubén es “nuestra versión del lomito tradicional paraguayo que se come en cada esquina, versión gourmet, cien por cien lomito de carne vacuna, con un pan bien finito para mantener los carbohidratos bien bajos y viene con cebolla morada, lechuga arrepollada, una lactonesa que usamos que no tiene huevo, con aceite de girasol y también una tortilla de huevos salteado y cortado en láminas. Una propuesta bastante común, pero un lomito como este nunca lo probaron porque está diseñado para un paladar un poco más fino”.
Luego agrega: “Aplicando ese concepto de reinventar platos que ya son bastante conocidos en la gastronomía nacional, nosotros quisimos darle nuestro estilo y más que nada la calidad que nos caracteriza y los parámetros nutricionales que manejamos de lo que son nuestros platos. Con ingredientes naturales que van a hacer completamente la diferencia, una vez que lo prueben, porque en verdad se nota el sabor extra que tienen”.
¿Y como les fue en este año, económica y financieramente?
Financieramente hablando fue una montaña rusa, empezamos bien fuerte y a medida que nos sentíamos más confiados y comenzamos a profundizar nuestra propuesta, empezamos a desarrollar el servicio de delivery y el servicio de vianda nutricional, hasta que nos sentimos listos hasta llegar a nivel local con el restaurante.
Allí tuvimos un ligero contratiempo al adaptar nuestros tiempos a lo que era delivery, a lo que era tener un restaurante, con el tema de personal, con el tema de todo lo que es la oferta, la producción. Tomó un tiempo ajustar las cosas y ahora estamos otra vez con un nuevo impulso, con un nuevo ritmo.
Estoy muy conforme, todo éxito implica una prueba y error constante, no hay un camino directo al éxito, nadie nos dio un manual de cómo ser exitoso y llegar a donde estamos hoy. Con pasión y convicción, con seguridad en lo que hace y que se ama lo que hace, siempre se encuentra la manera de que las cosas surjan y fluyan, ese es el testimonio de vida de La Semilla.
Hoy le hacemos honor al nombre del restaurante porque así como una semilla tiene que atravesar toda la tierra, la oscuridad, el frío, nosotros tuvimos que atravesar nuestro periodo de gestación para poder hoy ser lo que somos con mucho orgullo y seguir creciendo. Esto está empezando recién y nos espera un brillante futuro como empresa y estamos viendo proyecciones comerciales muy interesantes.
A la gente le gusta mucho el restaurante, nuestra comida, la gente viene acá come y se da cuenta de que hay una diferencia, algo que en otros lugares no hay, que es la elaboración artesanal, de todo, nuestros panes, nuestras salsas, todo se hace acá y eso nos da mucha confianza para encarar el futuro con optimismo y con bastante solidez como empresa. Hoy te puedo decir que estamos muy contentos con nuestros logros y muy confiados en el futuro que nos espera.
Eduardo Baez Balbuena