Barcelona, 2016.
Por Adriana Martínez Bazás
Primera vez en la ciudad. ¡Joder! que bonita es.
Cualquiera podría acostumbrarse fácilmente a caminar todos los días por el Paseo de Gracia, admirar la Casa Batlló, la Casa Milá, ir un poquito más «para allá, dereecho», y llegar a La Plaza Catalunya, pasear por Las Ramblas, coger cualquier callecita pintorezca del Barrio Gótic y perderse por ahí descubriendo barcitos, taperías, vermuterías, y otras ías…, definitivamente una experiencia que vale la pena hacerla al menos una vez en la vida (y si es más de una, mejor.)
Entre esas tantas ofertas de vermuterías y taperías de Barcelona, encontramos a CASA LOLEA, ubicada en el Carrer de Sant Pere Més Alt, prácticamente en el centro de la ciudad y en una de esas callecitas pintorezcas que mencionábamos antes.
Llegar es fácil, sin embargo si justo en ese momento Google maps decide fallarte, puede ser complicado… hay que tener en cuenta el muy importante «Més Alt» ya que hay varias calles de nombre Sant Pere, (Sant Pere Mitjà, Sant Pere Més Baix, Plaça Sant Pere).
Una vez dentro, te toma unos segundos captar todos los pequeños detalles del local, las botellas moteadas de Lolea en el mostrador, los tomates, jamones y otras cosas colgadas al fondo… La ubicación de cada vaso, cada plato, cada lata de sardina parece estar fríamente calculada para crear un ambiente moderno y acogedor, un ambiente como salido de Pinterest.
Allí tuvimos la oportunidad de conversar con Bruno Balbás, socio y gerente comercial de Lolea y Casa Lolea
¿Cómo surgió Lolea?
Lolea surgió hace dos años y medio, en julio de 2013, y surge como una sangría gourmet, somos 4 amigos que lo que hicimos fue dar vueltas, a qué podíamos hacer, algo que fuese novedoso, distinto que no se había visto antes, caímos en la cuenta de que teníamos a la sangría que es una bebida muy nuestra, muy de España, que la teníamos muy abandonada, o sea como que estaba muy poco cuidada, lo que hicimos fue embarcarnos en la locura de preparar una sangría gourmet y digo «locura» porque nadie se esperaba que podría funcionar una sangría gourmet, entonces lo que hicimos fue buscar un buen vino, buscar jugos naturales, y no pasteurizar el vino, sino en lugar de echar algún tipo de conservante o de hacer algún tipo de manipulación al vino, lo que hicimos fue, al acabar el drenado de la botella, realizamos una carga de carbónico para que hiciese la conservación, entonces lo que hacemos es que se produzca una fermentación en la botella gracias a que agregamos carbónico a la bebida, por eso es una sangría frizante, es una bebida espumosa, pero es porque no empleamos ningún tipo de conservantes ni pasteurizamos nada.
Luego lo que hicimos fue coger una botella antigua, de gaseosa, vestirla con este traje que lleva de lunares y ponerle un cierre mecánico, no se si en Paraguay se usaban estas botellas, pero aquí en los años 50 esta era una botella que se empleaba prácticamente para todo, para la leche, para la gaseosa… entonces quisimos recuperar esta botella, vestirla, y envasar dentro nuestra sangría.
Salimos al mercado un poco a la locura, y de repente empezó la gente a interesarse, a seguirla, hay todo un movimiento en torno a Lolea y hoy está en 39 países. En España se vende 2/3 de su producción, la venden las mejores tiendas de vino, o sea se vende como una sangría gourmet, su gran virtud es que tiene poca graduación alcohólica, tiene solamente 7 grados, es vino reducido con zumo de frutas, azúcar de caña y esencia de canela. Y bueno realmente se ha convertido eso como un vino refrescante, como gran referente y ahí estamos.
¿Qué esperan ahora que estarán presentes en el mercado paraguayo?
Pues esperamos que nos sirva un poco de plataforma de lanzamiento para todo el cono sur, en el sentido de que creemos que es un país que por su cercanía con Uruguay, con Argentina, con Brasil, nos puede permitir que tengamos una entrada a esos países, esos nuevos mercados.
Como lo que nos pasó en Miami, que estamos hace dos años y al entrar ahí automáticamente entró todo Centroamérica, Costa Rica, Ecuador, Colombia, un poco buscamos lo mismo, digamos la punta de lanza de un proyecto en Sudamérica.
¿Cuántos productos tiene Lolea?
Tiene 4.
Una sangría clásica, que es la tinta, la de toda la vida, la tradicional, luego tiene una blanca, y esta es con vainilla y con moscatel, es mas dulce como que más para aperitivo, luego tiene la sangría brut que es un cóctel de vino blanco espumoso, con flor de sauco, y con zumo de manzana que es como más de noche, es un poco más seca, es para paladares más curtidos digamos «más exigentes» no es tan dulzona.
Luego tenemos una que hacemos con Albert Adrià que es el hermano de Ferran, con él intentamos replicar la sangría del Bulli, pero no lo conseguimos porque realmente tenía un proceso muy complicado, pero de esa relación y de ese trabajo surgió una colaboración que es una sangría que él hizo la receta y que se la embotellamos para sus restaurantes y es una sangría con más graduación alcohólica, con romero, con naranja, una bebida más gastronómica.¿Cuáles son los productos que van a estar en Paraguay?
Lo que se ha llevado para Paraguay son la número 1 y la número 2 que son la tinta y la de vainilla, que son las más populares, las más dulzonas, las más frescas, las más veraniegas.
¿Por qué el nombre Lolea?
Pues en realidad se llamaba Lola, y como Lola ya es un nombre muy usado y que ya está empleado para muchas bebidas, pues decidimos añadir la «E» y entonces quedó Lolea…
¿Y qué es Casa Lolea?
Es una vermutería. Que lo que hemos hecho fue rememorar una vermutería, como podría ser en los años 50, 60 en España, donde la gente se reunía para tomar una copita de alcohol antes de las comidas, se tomaban aperitivos o una comida ligera, y hace 5 o 6 años se ha puesto de moda en España.
Lo que hicimos fue montar esta casa de comidas para demostrar que también se podría tomar una sangría en cualquier día de la semana no solamente para celebrar algo, o en las fiestas o al lado de la piscina.
¿Ven en algún futuro abrir un local en Paraguay?