El salón principal de Granja Kin Restaurante con el fondo del lago Ypacaraí. Ubicado
en el kilómetro 48 de la ruta II en la cima del cerro Caacupé ofrece espléndidas vistas
del lago y del entorno de la serranía.
Hace pocos días cumplió seis años de existencia. Ubicado en lo más alto del cerro Caacupé, tiene una imponente vista del lago Ypacaraí y del entorno de la serranía. Comenzó como un local de comida al paso y se transformó en un restaurante. Comenzó con 45 sillas y hoy tiene capacidad para 400 personas. Creó nuevos espacios para atraer una clientela que pueda disfrutar mayor tiempo del privilegiado lugar donde se encuentra asentado.
Granja Kim Restaurante está situado en el kilómetro 48 de la ruta II, allí donde se levanta Curuzu Peregrino. Se inauguró a fines del año 2019 y tuvo que cerrar el 14 de marzo del 2020 a consecuencia de la pandemia. Se reabrió el 6 de diciembre del 2020, de ahí esta fecha fue tomada para festejar su aniversario. Al comienzo quería aprovechar el gran flujo de peregrinantes que concurría a la Villa Serrana y se orientó hacia la oferta de comidas rápidas.
El modelo de negocio que querían replicar era el de la frutería de Paraguarí. Pero la clientela poco a poco fue moldeando hacia donde debía apuntar la oferta. “Ahora la gente se quiere quedar, tenemos una vista increíble, es otro el objetivo de la clientela, y por eso tuvimos que generar más espacio para que puedan pasar más tiempo en el local”, nos comenta Benjamín Kim, el principal responsable de la empresa.

“Fuimos migrando hacia los eventos pequeños, bautismos, revelaciones de sexo, bodas, cumpleaños. Hemos construido un nuevo salón climatizado, ahora tenemos un altar para las celebraciones, además de un fogón”, continúa Benjamín. De las 45 sillas con la que comenzaron el negocio hoy tienen plaza para 400 personas. Tienen cuatro ambientes diferentes, siendo el salón Los Pinos (cerrado con blindex y climatizado) el más importante con una capacidad de 120 personas.
El menú del local está migrando hacia el de un restaurante. Para fines de año tienen previsto presentar la nueva carta que incluirá por ejemplo cortes de carne vacuna premium como el Wagyu, el Tomahawk, pulpo, mariscos. El fuerte es el tenedor libre, de los sábados y domingos al mediodía. Tenedor libre como las churrasquerías, pero sin rodizio. Tienen todos los cortes a la parrilla, 12 variedades de comidas calientes, mesa de antipasto, ensaladas y postres.
La mayor afluencia de clientes se registra los días sábados y domingos, 250 los sábados y de 350 a 400 personas los domingos. Los sábados el precio es de 99.000 guaraníes por personas y los domingos 135.000 guaraníes. El 90 por ciento de la clientela no proviene de Caacupé, sino del Gran Asunción. “Absorbemos clientela de los alrededores, hasta un radio de 30 kilómetros, Piribebuy, Itauguá, Caraguatay.. no somos Caacupé, dependientes”, señaló Kim. Según dijo la gente viene especialmente a la Granja Kim, prepara sus viajes para coincidir con el lugar.

Mirando al futuro el objetivo es aumentar la facturación buscando una mayor migración hacia el rubro de los eventos y oportunamente habilitar alojamientos. “Para completar el círculo ya que este proyecto nació inicialmente como un complejo que incluía cabañas o un hotel”, informa. Mientras tanto están empeñados en mejorar el servicio realizando capacitaciones como la que brinda el conocido bartender Enma Pereira, quién está elaborando la nueva carta de tragos, que incluirá trazos con soju, el preferido de los coreanos. Una especie de homenaje a su abuelo Yong Nan Kim quién fue el que en la década del 80 del siglo pasado se estableció en el lugar y creó la Granja Kim dedicada a la cría de pollitos.
