Hace un año, hizo el lanzamiento del primer alfajor de vino elaborado en Paraguay. Ahora ya son cuatro las variedades o cepas a las que envolvió en su propio alfajor. Malbec, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc y Moscatel Rosé se suman ahora a la gran diversidad de gustos que existen de un producto repostero que adquirió mucho vigor: el alfajor. Sandra Verza le dio apellido a sus creaciones que se comercializan como Verza Alfajores.
Si consideramos que son sólo alfajores, podríamos decir que son otros de los tantos que existen en el mercado local. Pero se trata de un producto especial, que nadie elabora en el mercado local. Son alfajores con sabor a vino, así como hay alfajores del dulce de leche, de maní, de dulce de guayaba, etc. “Estaba esperando que se consolide la marca, para lanzar otros sabores”, nos comentó Sandra acerca de esta iniciativa.
El primera fue el sabor Malbec, en honor a que esa cepa es la más consumida en Paraguay. El segundo fue el Cabernet Sauvignon, el segundo varietal más consumido. “Este alfajor ya tiene un carácter más fuerte, porque es una linda combinación de un vino con más cuerpo y el chocolate”, aclara Sandra. “Después -continúa diciendo- vino el Sauvignon Blanc, un alfajor con chocolate blanco cuya característica es la mezcla del vino ácido con el chocolate dulce”.
Por último, está el moscatel rosé. “Esto sí que salió totalmente de mi cabeza”, aclara. No hay en otros países y la característica es que el alfajor es todo rosado, elaborado con chocolate blanco teñido con colorando en tono rosado. “Es el más dulce entre los vinos espumantes y el rosado es el más consumido de la variedad moscato o moscatel. Le quise dar ese toque de color porque es muy tierno para las chicas, que gustan de los espumantes dulces”.
La idea de elabora alfajores de vino se le ocurrió a Sandra luego de ver algo similar en Mendoza, Argentina y decidió experimentarlo en nuestro país. Ella es una conocida sommelier y empresaria dueña del Wine Garden, en donde aparte de realizar eventos y catas dicta cursos acerca del mundo del vino.
Para llevar a cabo este emprendimiento se alió con una conocida y prestigiosa empresa de panadería: El Germano. Ellos no se dedican a la repostería, pero como Sandra tenía lazos familiares con los dueños llegaron a un acuerdo. El Germano produce los alfajores y Sandra le pone su marca y se dedica a la comercialización.
El alfajor se elabora a la manera tradicional, pero a diferencia de lo que venden en otros países el vino no se mezcla con el dulce de leche para utilizarlo de relleno. “Yo hice algo distinto, preparamos una jalea con los vinos que va en el centro de la crema de dulce de leche y chocolate que se utiliza como relleno. Hay que tener cuidado al morder porque el líquido tiende a derramarse, como un pequeño volcán”, explica.
Por supuesto que el alfajor ya no retiene el alcohol del vino, evaporado tras la cocción, pero sí mantiene el sabor del varietal. “Este es un producto gourmet y artesanal, no es económico, pero la gente lo paga con gusto, es bastante adictivo”, dice la entrevistad. Producen alrededor de 2.000 alfajores mensuales y tiene un costo de 13 mil guaraníes cada uno, es de 90 gramos de tamaño. El preferido por los clientes es el Malbec.
Hay también mini Alfajores Verza, que son como un bocado, especial para eventos y regalos empresariales que se producen sobre pedidos. Los alfajores normales se venden en los locales de Biggies y Fortis, así como en restaurantes y salones de belleza. Tiene páginas en Facebook e Instagram para entrar en contacto. “Es un postre muy versátil, se puede maridar casi con todo, perfectamente, con vino, café, té. El maridaje básico es por similitud, cualquier tipo de espumante, dulce o demisec. Estoy pensando lanzar otros cuatro sabores, pero todavía no los voy a revelar”, dijo finalmente.