La Asociación Paraguaya de Sommeliers designó a Alejandra Gavigán para representar a Paraguay en el próximo mundial de sommeliers que se realizará en París, Francia, en el 2023. No se realizó el torneo que estaba previsto para elegir al mejor sommelier con vistas al citado mundial. La competencia se suspendió por la ausencia de participantes y la designación recayó en Alejandra porque ella es la actual vice mejor sommelier del Paraguay.
Esta mañana, a la hora en que debía realizarse el torneo en el restaurante Le Sommelier, nos comunicaron que esa competencia se había suspendido. En total se habían inscripto para participar tres interesados. Uno de ellos había renunciado previamente con el argumento de que no se sentía lo suficientemente preparado para tomar parte de la competencia.
Ante esa circunstancia, Christian Mezger, el actual mejor sommelier del Paraguay consideró conveniente no participar, porque en caso de que ganara la competencia no iba a poder viajar para tomar parte del mundial de sommeliers porque tenía compromisos profesionales para esa época. La única competidora que quedaba era Alejandra Gavigán, quién justamente se ubicó en el segundo lugar detrás de Mezger en la búsqueda del mejor sommelier paraguayo.
En esas circunstancias, la Asociación Paraguaya de Sommeliers, entidad organizadora decidió suspender el torneo previsto y designó a Alejandra como representante de Paraguay en el próximo mundial de sommeliers que se llevará a cabo en París, Francia, en febrero próximo, organizado por la Asociation de la Sommellerie Internacionale (ASI). Gavigán es una joven licenciada en lengua francesa, traductora, profesora de inglés y francés. Es sommelier por la ASI y además es pastelera profesional. Junto a Mezger estuvieron representando a Paraguay en el Panamericano realizado este año en Chile.
UN CASO LLAMATIVO
Llama poderosamente la atención, la falta de interés de parte de los profesionales y amantes del vino en participar en el torneo clasificatorio para el mundial. En nuestro medio existe un ya numeroso grupo de entendidos y profesionales en la materia. Existen dos remesas de egresados de la carrera diplomada del Centro Garofalo. Además, son varios los cursos no certificados que se dictan en Asunción. A fin de facilitar la participación, no se puso requisito alguno. No tenía costo.
Esta situación es un contrasentido con el grado de desarrollo del mundo del vino en nuestro país, porque se contrapone a la gran cantidad de cenas maridajes, catas y actividades que se efectúan a lo largo del año en las que los profesionales del ramo no solo se lucen con sus conocimientos, sino que hacen alarde del mismo.
Sin embargo, según una explicación que nos brinda Oliver Gayet, presidente de la Asociación Paraguaya de Sommeliers “tienen terror de participar, creen que no están preparados”. Nosotros agregamos a esto, que los que se consideran con cierto nivel no quieren estar expuesto al examen y al escrutinio público y se rehúsan a participar. Esta característica es similar a lo que ocurre a otras actividades ligadas a la gastronomía.
También actúa como obstáculo el hecho de que para participar en el mundial de sommeliers, el interesado debe conocer bien el inglés o el francés, que son dos de los tres idiomas oficiales del concurso. El designado debe costearse su pasaje y la estadía en Francia corre por cuenta de la ASI, generalmente las dificultades financieras se superan mediante el concurso de auspiciantes.
A esto hay que agregar que existe un conflicto en el seno de la Asociación Paraguaya de Sommeliers. Un grupo importante de profesionales están disconforme con las actuales autoridades y han formado una nueva entidad denominada Unión Paraguaya de Sommeliers, una costumbre que a menudo ocurre, en nuestro país en los distintos ámbitos de las actividades sociales, culturales, gremiales, e incluso políticas. El desacuerdo genera divisiones.
La Asociación Paraguaya de Sommeliers se encuentra afiliada a la Asociation de la Sommellerie Internacionale (ASI), con sede en Francia, que es la máxima autoridad mundial en la materia y nuclea a 60 países miembros de los cinco continentes. Un certificado expedido por esta institución es una carta de presentación y empleo en cualquier parte del mundo. Precisamente, en estos días, el tercer paraguayo obtuvo su certificado ASI, nivel uno, tras someterse a las pruebas pertinentes.