Marta María Villalba, más conocida por Martita, una odontóloga de 41 años, proveniente de Ciudad del Este se consagró anoche como la MasterChef Paraguay 2023 en la categoría aficionados. Se impuso en la final a Shosiana Plesnar, una estudiante de 27 años de Asunción. Los pequeños errores inclinaron la balanza hacia un lado. Martita apostó a lo clásico y Shosiana sorprendió con su creatividad. Pero en la ejecución de los platos la seguridad de Martita primó sobre la innovación de Shosiana.
Anoche se realizó la segunda etapa de la final de Masterchef Paraguay. El lunes Martita y Shosiana compitieron presentando un plato de entrada y un plato de fondo. Y ayer correspondió a la presentación del postre. Al final los miembros del jurado dieron su veredicto considerando los tres platos y por decisión unánime decidieron que Martita era la ganadora del concurso.
No hubo muchas explicaciones acerca de los puntajes y calificaciones de los distintos platos presentados pero el criterio general que utilizaron los miembros del jurado era que fue premiada la que cometió menos errores. Y se referían a los platos presentados en la final, ya que no influyeron las actuaciones y antecedentes a lo largo de los 40 episodios de MasterChef Paraguay, a lo largo de la temporada.
Martita y Shosiana llegaron hasta el postre final, empatadas uno a uno según nuestro criterio. Martita ganó con el plato de fondo y Shosiana con el plato de entrada. El postre inclinó la balanza a favor de Martita. Euge Aquino fue la que dio a conocer, más o menos, los criterios de la decisión. “Una primera ronda caracterizada por la creatividad de ambas, una de las entradas, logró combinar sabores interesantes. En el plato de fondo, cada una trabajó en su estilo, con buenas ideas, buenas intenciones, pero una se destacó por la ejecución, sabor y el procedimiento. En el postre se vio la personalidad de cada una, fueron detalles, textura, el sabor, presentación y la ejecución marcaron la diferencia”.
Traduciendo este enigmático veredicto se puede decir que en la entrada ganó Shosiana por la combinación de sabores. Hizo un postre que recuerda nuestro tradicional queso Paraguay con dulce de guayaba. Martita hizo un lingote de mandioca enriquecido con queso y jamón que terminó absorbiendo mucho aceite. En el plato de fondo el surubí de Shosiana no tuvo el nivel ideal de cocción y para colmo uno de los cortes tenía sangre, lo que representaba un error imperdonable. Además, el plato estaba un poco salado. El plato de Martita una bondiola de cerdo con frutas ahumadas se impuso sin lugar a duda. En cuanto al postre, ambas presentaciones estuvieron bien, pero a Shosiana se le “cortó” la crema ganache y ese error fue determinante.
Podríamos decir entonces que Martita se impuso 2-1 y se hizo acreedora de un premio de 50 millones de guaraníes, un seguro médico por un año, un curso completo de cocina en el IGA y un set de cocina de la marca Essen. Aparte por supuesto del trofeo que fue una creación del escultor Juan Pablo Pistilli.
Las dos finalistas eligieron las recetas que iban a desarrollar en las tres pruebas de la ronda decisiva. Todos los platos se destacaron porque fueron conceptos desarrollados con mucha creatividad y originalidad. Shosiana les dio un plus a sus creaciones porque todas ellas se inscriben en lo que podríamos denominar la cocina paraguaya de vanguardia. Primero, por la utilización de ingredientes nativos y segundo por la recreación de sabores tradicionales.
Repasando un poco sus platos vemos. Canastas crocantes de chipa, mousse de queso y chutney de guayaba, en la entrada; Lomo de surubí en croute, velouté de rúcula, mousse fría de maíz, coral de harina de maíz y cítricos en distintas texturas, en el fondo y Paris-Brest relleno de ganache de mate cocido quemado y praliné de maní salado, como postre. La concepción de los platos está magnífica, pero Shosiana falló en la realización y ejecución. Si no hubiera tenido los errores comentados sus preparaciones hubieran resultado brillantes.
Martita se aferró más a lo clásico a lo ortodoxo, pero con toques originales. En su entrada, el lingote de mandioca enriquecida con queso parmesano y jamón resultó por demás interesante pero el preparado absorbió mucho aceite. En el plato de fondo, su bondiola con un cremoso de coliflor tuvo el toque de unas frutas ahumadas, que cerró un sabor inigualable con la carne de cerdo. En su postre Brownie de chocolate con cobertura de chocolate, de ganache de chocolate, trufa de queso crema con chocolate blanco, frutos secos y frutas deshidratadas y crema inglesa, le dio un toque cítrico al chocolate.
A lo largo de los 40 episodios de la presente temporada de MasterChef Paraguay se pudo apreciar un nivel muy flojo de cocina en la mayoría de los participantes. Las pruebas y las consignas que tenían que cumplir eran con un grado muy bajo de dificultad. Martita y Shosiana fueron las que más se destacaron a lo largo del ciclo. Y en las rondas finales sus platos y el trabajo que realizaron elevaron el nivel gastronómico hasta un nivel que no se alcanzó a ver en toda la temporada.