“Mierda esto es sublime. Es muy bueno, es delicioso”. Robert De Niro se deshace en elogios para nuestro conocido plato y la expresión de su rostro revela un éxtasis gastronómico. Las imágenes ya están dando la vuelta al mundo. Corresponden a un fragmento de la serie Nada que recientemente se estrenó en la plataforma de streaming Star+, con notable éxito. Nunca la cocina paraguaya tuvo un grado de exposición semejante.
Pero no solamente el pira caldo aparece en la película de cinco capítulos. También lo hacen el Yukysy y el vori vori, junto a los principales platos de la gastronomía porteña. La serie argentina tiene también otros aportes paraguayos como la magistral actuación de la actriz compatriota Majo Cabrera y la inclusión de algunas expresiones en idioma guaraní.
El pasado 11 de octubre se estrenó en la plataforma de Disney y Star+ la serie Nada de los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn. El protagonista es Luis Brandoni y cuenta con la participación especial de Robert De Niro y la ya mencionada Majo Peralta, en los papeles principales.
Se trata de una comedia dramática cuyo telón de fondo es la gastronomía de la ciudad de Buenos Aires. Cuenta la historia de Manuel (Luis Brandoni) un afamado crítico gastronómico que tras la muerte de su eficiente ama de llaves se ve obligado a contratar a Antonia (Majo Cabrera), una paraguaya inexperta para tratar de sustituirla.
La trama de la película se desarrolla en medio de lo que podríamos llamar la ruta de la gastronomía porteña. El Lomo Wellintgon, la milanesa, el choripán, el asado banderita, la medialuna, el panqueque con dulce de leche, el bife de chorizo a caballo y otros desfilan a lo largo de la serie y en medio se deslizan los tres platos paraguayos.
Pero no solamente como mención o exposición, sino que en los tres casos tienen un detalle determinante en el desarrollo del argumento. En el primero, Antonia tras hacer una prueba de trabajo recibe el aviso de que no será contratada pero como no tenía donde caerse muerta, el patrón le dice que podía quedarse a dormir y marcharse en la mañana temprano. Y le dio permiso para hacerse algo para la cena.
Majo, es decir Antonia, decide prepararse un vori vori. El patrón la estaba observando a escondidas y le llamó la atención lo que estaba comiendo. Cuando Antonia fue a dormir, Manuel gran curioseador gastronómico se acerca a la olla y prueba el vori vori. Su expresión lo decía todo.
Conclusión. Al día siguiente Antonia que ya había preparado sus valijas no tuvo que irse, sino que fue contratada gracias al milagro que obró el vori vori en el prestigioso crítico gastronómico. El segundo turno le llegó al Yukysy. Pero antes, Manuel entre las enseñanzas que transmitía a Antonia le dejo unas consideraciones acerca de cómo la gastronomía china identifica tres bocados.
“Está el bocado del hambre”, que es aquel que uno toma o consume para satisfacer esa necesidad; luego está el “bocado del gusto”, que es aquel que cuando ya está satisfecho el hambre uno elige porque le gusta. Y finalmente está el “bocado del corazón”, en donde a través de otras sensaciones o experiencias a uno le llega al alma. El más difícil de encontrar.
En un momento de la peli, Antonia le prepara a un alicaído Manuel un Yukysy “la comida de los enfermos”, que lleva agua, media cebolla, cucharadita de aceite, dos huevos, un trozo de queso, media taza de leche caliente y perejil. Otra vez Manuel se muestra sorprendido con el plato de la paraguaya. ¿Probaste esto?, pregunta a la compatriota. “Es el bocado del corazón” se auto responde Manuel refiriéndose a aquella mención de la gastronomía china.
Y otra vez aquí como ocurrió con el vori vori, el plato produce una acción determinante. Manuel se levanta de la cama y va directo a trabajar en la computadora retomando la redacción de un libro que había dejado a medio hacer, desde hace años, impulsado por plasmar en escrito, el efecto que un sencillo plato produjo en su sensación de sabor.
Y por último viene la escena del pira caldo. Las expresiones de Robert De Niro constituyen una promoción invaluable y una carta de presentación internacional que nunca tuvo un plato de la cocina paraguaya. En la película ningún otro plato mereció ese privilegio salvo la referencia que hace al monumental bife de chorizo a caballo y esa elegía que recibe el chorizo hacia el final de la historia.
Las referencias a los platos de la cocina paraguaya en el contexto de la realidad gastronómica de Buenos Aires, no es fruto del azar o el ingenio de los realizadores. Los chefs argentinos Narda Lepes y Francis Mallmann asesoraron a los directores y guionistas de la película. Narda ya estuvo varias veces en Paraguay y Francis fue el creador del restaurante Mburicao.
Nada, es una serie dividida en cinco capítulos y constituye una deliciosa película de la cual nosotros apenas realizamos una radiografía gastronómica. Fue ovacionada en el Festival de Cine de San Sebastián y está recibiendo elogiosos comentarios de la crítica especializada. Será indudablemente uno de los éxitos de la temporada. Seguro que más de uno, que uno, cientos, se estarán preguntando qué es lo que De Niro come con tanta fruición.