Una joya arquitectónica para engalanar eventos

Majestuosa fachada con un imponente pórtico. Una histórica residencia asuncena convertida en un gran centro de eventos.

El miércoles pasado se realizó la presentación oficial de Casa 1927, una joya histórica de la arquitectura asuncena que se pone a disposición para ser el lugar propicio donde realizar todo tipo de eventos. Además de la mano de uno de los grupos más experimentados y especializados en materia de todo tipo de entretenimientos con una red de exitosos locales gastronómicos, bares y boliches. Ese día con la presencia de cientos de invitados dio una muestra de las experiencias que pueden generar.

Casa 1.927 está ubicada sobre la avenida España, entre Brasil y San José, frente a una sucursal del Super Seis, urbanísticamente forma parte del barrio Ricardo Brugada, la conocida Chacarita. Los más jóvenes quizás, ni se hayan percatado de su existencia porque hace 25 años fue alquilada por la Embajada Americana, que tal vez por una cuestión de seguridad amuralló todo el frente del inmueble, impidiendo la vista de la magnífica fachada. Ahora volvió a sus antiguos propietarios, pero el murallón sigue en su lugar.

Casa 1.927 era conocida como la Rica Villa, en la década del 70 del siglo pasado. Su construcción se remonta justamente al año 1.927. Se trata de una imponente residencia de dos plantas con un espacio libre en el frente a manera de jardín con una pequeña fuente de agua, que no logramos confirmar si pertenece al proyecto original. Un gran enrejado pone el límite hacia la calle, que fue posteriormente amurallado por los americanos.

Uno de los salones interiores de la Casa 1.927. La araña y los muebles fueron traídos de Francia.

La fachada es majestuosa con un pórtico de cuatro columnas, donde se nota la influencia de los ingenieros alemanes provenientes de Berlín que llegaron para asesorar al arquitecto Tomás Romero Pereira en la construcción. En la fachada se destacan los mosaicos creados por Julián de la Herrería y Josefina Plá, que se encuentran en excelente estado de conservación. Los pisos y las columnas de mármol de Carrara fueron traídos en barco desde Italia.

También desde Europa fueron traídos los muebles estilo Luix XV y las magníficas arañas que provinieron de Francia. Algunas de ellas estaban en casa de los miembros de la familia propietaria, pero fueron instalados para el día de la inauguración. Solo la planta baja de la residencia fue habilitada. En el segundo piso, según nos «chimentaron» en el futuro podrían habilitar una especie de “hotel” que serviría para que una novia realice allí los preparativos previos a la boda y el acomodo para la celebración in situ.

En la planta baja hay un gran hall de entrada que conecta los ambientes de ese nivel. A ambos lados del pórtico existen salones, uno de los cuáles conecta con lo que habrá sido el comedor. El hall termina es una pequeña piscina bajo techo totalmente abierto, tipo de las que existían en las villas romanas. Dos escaleras a ambos costados conducen al inmenso patio. El inmueble tiene 7.000 metros cuadrados y el fondo da con la calle Juan de Salazar. En ese amplio sector hay un salón cerrado con capacidad para 400 personas.

Esta foto fue tomada en la parte posterior de la imponente residencia. Cuenta con un amplio patio, en uno de cuyos extremas está un salón cerrado para 400 personas. El precio puede albergar eventos para hasta 1.500 personas.

El complejo tiene capacidad para albergar en un mismo evento hasta 1.500 personas, ya sea en casamientos, cenas de fin de año, lanzamientos, convenciones, exposiciones y otros más. Cuenta con generador propio y cámaras de seguridad. El día de la inauguración la asistencia se habrá acercado a esa cifra y fue una buena oportunidad para poner a prueba todos los servicios que ofrece de ahora en adelante.

Hubo un variado servicio de catering que estuvo a cargo de Talleyrand, La Preferida, La Casa Pederzani, Sushi Club, Novecento, Asado Benítez, La Taberna Española y Gilda Galiano Dulces. Para beber, vinos Luigi Bosca, Gin Bombay, cava Freixenet, y caña Fortín.

Casa 1.927 fue construida a pedido de Rigoberto Caballero, el hijo de Bernardino Caballero. El 1.965 fue adquirida por el empresario Remigio Bazán Faría. Sus herederos la alquilaron a la embajada americana durante 25 años. Ahora vuelve a la familia Bazán Díaz de Bedoya y deja en manos del G5Pro asociado a Grupo 5 la explotación del local como un centro de eventos.

G5Pro junto a Grupo 5 constituyen el mayor holding de entretenimiento y gastronomía del país. G5Pro llevó a cabo más de 100 conciertos y festivales con los principales artistas del país y del extranjero, con más de 500 mil entradas vendidas. Grupo 5 tiene la más amplia cadena de bares y restaurantes entre los que se pueden citar: Sacramento, Faces, Kilkeny, Nacho Rey, Morgan, Indigo y muchos más. G5Pro es indudablemente la empresa líder en el país en la organización de eventos y shows y suma ahora un local con la experiencia que puede brindar Grupo 5 con todos sus locales gastronómicos.