El arquitecto y escultor Sebastián Guggiari Banks falleció ayer a la madrugada, a los 60 años. En los últimos tiempos, tenía puesta casi toda su energía en el local gastronómico Guggiari Arte + Pizza, con el que había obtenido el primer puesto en el primer campeonato de pizza realizado en nuestro país. La muerte le sorprendió en momentos en que estaba creciendo en esta especialidad pese a la pandemia. Sus restos fueron enterrados hoy en Tuparendá.
Su muerte fue bastante sorpresiva. Se había internado por una cirugía que debía realizarse en la vesícula. Estando en el quirófano, los médicos descubrieron que además tenía una afección muy grave que a la postre lo llevó al final en muy pocos días. Le sobreviven su esposa Ana María Ramírez y varios hijos.
En el 2013, Sebastián creó la pizzería Guggiari Arte+Pizza.La intención era habilitar un espacio donde se pudieran fusionar obras de arte y gastronomía. Es el hijo del fallecido escultor Herman Guggiari cuyas obras quería mantener en exhibición. “Si no hay ingresos es difícil crear”, había dicho en una entrevista. Y con ese fin encaró la pizzería. ”Mi papá fue el que siempre tuvo la idea de abrir un local de comidas, como tener un resto pub que se conecte con el arte”, dijo alguna vez los medios de prensa.
Su local estaba ubicado en El Salvador del Mundo y José Pinho, a pocos metros de la avenida Aviadores del Chaco. Allí se podía compartir comidas y bebidas en medio de obras de arte y muebles de diseño con predominio del metal. La especialidad de la casa era la pizza al tatakuá, que era también toda una obra de arte. No tenía forma de semicírculo como la mayoría que conocemos, sino que era una esfera completa. Estaba hecho con una cobertura de adobe por el exterior, pero tenía un revestimiento interno de un material especial igual al que usan los hornos de cocina. En su interior, la estructura permitía que haya una corriente permanente de calor con la leña encendida lo cual daba un sabor ahumado especial a todo lo que se cocinaba dentro.
Sebastián era arquitecto de profesión, escultor por afición e improvisado pizzero. Pero en los últimos años le imprimió mucha energía a esta actividad que llevó adelante un local gastronómico que se volvió cada vez más pujante. En junio del 2020 fue uno de los campeones del primer torneo de pizza realizado en el país, llevado a cabo por una entidad que agrupa a los descendientes de italianos que residen en nuestro país. Pese a la pandemia, en los últimos meses del año pasado, habilitó su primera sucursal en Boggiani y Alas Paraguayas y periódicamente habilitaba un local en el Bosque de los Artistas, en España y General Santos, donde su padre solía reunir a la comunidad artística.
Sus pizzas favoritas eran homenajes a sus padres: la Hermann, que llevaba picante, cebolla ajo y aceituna. Y la Dady que tenía apio, roquefort y nueces. También habría que mencionar a la pizza que salió campeona, que era una Margarita, con Roquefort, cebolla, jamón serrano con aceituna. Estaba diversificando su oferta y ofrecía ya carnes asadas, picadas al tatakua, volcán de pizza, empanadas rellenas y otras.
Incursionó también en los últimos años en su veta artística y realizó varias esculturas en un trabajo conjunto con el historiador Luis Verón. Su última obra fue el monumento Fuego y Memoria, realizado en San Miguel, Misiones. El anteúltimo dedicado A los niños héroes de Acosta Ñú y el primo Memoria de Kurusu Pa´í, Potrero Mármol, en Villeta, con la colaboración de Esteban Burt.
La esposa de Sebastián Guggiari, Ana María Ramírez estaba involucrada en la administración de la pizzería y el hijo mayor también colaboraba en el emprendimiento. Con lo cual, es probable que Guggiari Arte+Pizza siga todavía adelante y aparte de dar los pésames, les auguramos mucho éxito en caso de que decidan continuar tratando de fusionar arte y gastronomía.