Los participantes tuvieron que cocinar anoche con dos de los productos más tradicionales y básicos de la cocina: carne y huevo. Pero la mayoría no supo qué hacer con ellos y presentaron platos muy sencillos. Los miembros del jurado apelaron a varios mensajes instándolos a esforzarse para crecer. Finalmente se eliminó, Ingrid Armoa, la abogada de 44 años, quien fracasó con los huevos.
El programa comenzó con los acostumbrados “sermones” de los miembros del jurado. “No siempre van a zafar con lo que presenten. La suerte no será la mejor aliada”, inició Euge. “A la cocina hay que tomarla en serio, no se trata de saber sino de crecer. No conformarse ni creer que uno lo sabe todo” continuó Torrijos. “El que quiera ser MasterChef debe crecer cada día. No funciona el caigué”, finalizó Rodolfo.
Esa apelación a la necesidad de crecer es fundamental, pues los participantes de MasterChef tienen que demostrar mejorías programa a programa. No se trata solo de un concurso ante las cámaras sino que el programa incluye también la formación de los cocineros mediante cursos que se dictan en el IGA. Durante la primera temporada de MasterChef nos enteramos que muchos de los participantes no concurrían a esos cursos. Tal vez por falta de tiempo o por desidia. Cualquiera sea la razón, eso conspira para que el programa logre mejores niveles gastronómicos.
Anoche, los cocineros tuvieron un primer desafío muy fácil. Debían cocinar con carne un plato a elección para lo cual podían contar con los ingredientes que deseen. Claro que a algunos le tocaron cortes más difíciles, como el rabo, seso, falda, cupín, etc. Lo curioso fue, que quienes recibieron las carnes más codiciadas como bola de lomo, lomito, lomo, osobuco, tapa cuadril prepararon los peores platos y tuvieron que ir a la prueba de eliminación. Las mejores fueron Kiki que preparó un Cupin al horno con arroz brasileño y Joaquín que hizo un guiso de mondongo. También fue un plato destacado el que preparó Vero: Rabo a la milanesa con kiveve agridulce.
Los peores platos fueron los de Armando y Karen, quienes junto a Jorgelina, Ingrid, Tatiana, Sara, Diego y Fernando pasaron a la prueba de eliminación. Allí el desafío consistió en que debían cocinar un plato, dulce o salado, cuyo ingrediente principal debía ser el huevo. La receta quedó a entera elección de los concursantes y como en la prueba anterior, también podían munirse de todos los ingredientes que deseaban. Otra vez, una especie de tema libre acerca del huevo.
Los platos que se presentaron fueron muy básicos. Rodolfo Angenscheidt pidió que se “esfuercen un poco más”. Y agregó: “Denle un poco más de cabeza no solo de cariño. No todos somos creativos pero todos tenemos capacidades creativas”. Los comentarios de los jueces fueron lapidarios mientras hacían el juzgamiento de los platos.
“¿Con esto querés quedarte en competencia?. Es como ir a un incendio con una botella de agua”. Euge Aquino sobre el Huevo a la florentina que presentó Diego, quien es bombero. “Nunca había visto un huevo relleno de esta manera. La verdad que mal”. De José Torrijos sobre el Huevo relleno y buñuelo al viento que hizo Jorgelina. “Que horror”. De Euge Aquino a Tatiana por la Tarta de cebolla y acelga con omelette que llevó a la mesa. “No voy a probar esto, tiene un aspecto espantoso”, Euge Aquino. “El relleno no se hace con la mano, se utiliza una cuchara o una manga”, de José Torrijos, ambos referente a los Huevos rellenos con crema de zanahoria y jengibre con lactonesa de cebolla y acelga, que presentó Ingrid. “Que infantil tu plato” de Rodolfo Angenscheidt respecto al So’o ku’i al huevo y ensalada de papas a la provenzal que hizo Armando.
Sara con su huevo marroquí fue la que se adjudicó la mención como mejor plato. Karen con huevo poché en salsa de tomates y Fernando con sus panqueques con dulce de leche fueron los que menor crítica recibieron pero no estuvieron exentos de fallas. Al final, quedaron Tatiana e Ingrid, con el resultado ya mencionado. Tatiana se salvó de milagro, como ella mismo lo reconoció. El arquitecto Ulises pasó todo el programa en el balcón sin participación en las cocinas porque ganó la prueba de identificación de los cortes de carne. A él le correspondió elegir los cortes de carne que debían utilizar sus compañeros en el primer desafío. Y los más difíciles, seleccionó para aquellos que podrían ser sus mayores rivales. Pero le salió el tiro por la culata. Todos ellos se destacaron y fracasaron aquellos a quienes pretendió favorecer.