No supo administrarlo. Ni tuvo la capacidad para improvisar. Tenía que presentar una hamburguesa de pollo y otra de carne. Por imprevisión, no llegó con la segunda. Decidió presentar dos de pollo. Y por no haber cumplido la consigna del desafío de la eliminación tuvo que abandonar la cocina de MasterChef Paraguay, por más que a todas luces era mejor que otros que aún quedan en competencia.
“No te vas porque te ganaron, sino que te vas porque vos perdiste”, le dijo Rodolfo Angenscheidt luego de conocerse el veredicto del jurado. Euge Aquino incluso dijo “siento desde el fondo de mi alma” esta eliminación. La llamó incluso cariñosamente “la pequeñita de nuestra cocina”, en alusión a que con 19 años era la participante más joven.
¿QUÉ PASO? Había que preparar una hamburguesa de pollo, una hamburguesa de carne, papas fritas y una mayonesa casera, en 60 minutos. Mauricio definió exactamente el quid de la cuestión. “Hacer una hamburguesa no es complejo, pero hacerlo en MasterChef con un reloj sobre la cabeza es como una Espada de Damocles”. Y Adriana perdió la cabeza. No logró darle consistencia a su hamburguesa de carne, parecía el preparado para una Bolognesa. No tuvo la lucidez para encontrar una solución en dicha emergencia. Y tomó la peor decisión. No presentar la hamburguesa de carne. “Administré mal mi tiempo” reconoció la pequeñita de la cocina.
En el juzgamiento de los platos, los miembros del jurado incluso coincidieron que ella presentó las mejores papas fritas. Y tal vez, si hubiera presentado, tan siquiera, algo parecido a una hamburguesa de carne, hubiera capeado la eliminación. Luis, el que estuvo en capilla con ella, era el candidato ideal para dejar MasterChef. También le ganó el tiempo, sus hamburguesas estaban crudas, al punto que Torrijos le espetó: “voy a comer el de carne vacuna porque no tiene tanto riesgo como si fuera pollo o cerdo”. Y Euge con desilusión dijo “vamos a ver si hay otros peores”.
LA TROMPADA DE EUGE. Casi todos los que fueron a eliminación tuvieron problemas con las hamburguesas. Mauricio recibió un golpe en la cara. Cuando Euge estaba probando la hamburguesa de carne, se saca el bocado que había llevado a la boca y le increpa diciendo: “no le sacaste los nervios a la carne”. Mauricio quedó horrorizado y en los comentarios posteriores expresó: “Es como una trompada que se saquen de la boca lo que uno preparó. No es bueno”. Felizmente, al final no hubo víctimas que lamentar.
DOÑA HERMINIA SIGUE. En las redes sociales, han bautizado a Luis como el nuevo Doña Herminia. En primer lugar, por su capacidad de resistencia a la eliminación. En cada emisión de MasterChef, él parte como favorito para dejar el programa. Sin embargo, tal cual ocurría con la verdadera Doña Herminia, Luis se las arregla y a veces es ayudado por el destino, como ocurrió anoche. Pero además, ha logrado concentrar la desaprobación de la audiencia al punto que nadie le elegiría Mr. Simpatía.
UN VIRUS NO UN CHIP. El chinito Joseph siempre le da una impronta oriental a sus preparaciones. Incluso a las comidas típicas paraguayas. Anoche una de las pruebas consistía en preparar un pira caldo de mandi´i. Y se le ocurrió grillar el pescado, y el plato se convirtió en eso, un pescado grille con crema de vegetales. Sus compañeros explicaron que parece que Joseph no cambió su chip mental porque a menudo incurre en ese error a pesar de las advertencias de los otros participantes. “Yo creo más bien que se trata de un virus, porque no puedo quitármelo”, dijo el chinito al respecto.
NO SÉ PARA QUE VOLVISTE. Mauricio volvió anoche a las cocinas de MasterChef luego de haber ganado el repechaje en la edición anterior. No superó la prueba del pira caldo y llegó hasta la eliminación. Cuando juzgaron su plato, Euge le recriminó: “Para esto volviste, mejor te hubieras quedado en tu casa”. Pero finalmente, superó la prueba. Pero antes aclaró: “Estoy preparado para ir de vuelta a casa”.