Anoche se eliminó Don Arcenio de MasterChef y su despedida fue una emotiva ceremonia. Era uno de los personajes entrañables del programa y su partida generó una sentida reacción en las redes sociales. Se inició el llamado para los interesados en participar en la segunda temporada de MasterChef Paraguay, que se emitirá este mismo año.
Don Arcenio nos recuerda a nuestros abuelos. Trasmite mucho amor y cariño. Pero si apuntamos la vista un poco más allá no podemos dejar de pensar que todas aquellas virtudes que lo adornan son las que adolecen nuestros hombres públicos. Rectitud, honorabilidad, decencia y optimismo. Por supuesto, que hay muchas personas mayores, que tienen sus mismas cualidades, pero cuando alguien como él adquiere notoriedad, automáticamente ansiamos que todos los funcionarios, jueces y sobre todo los políticos, luzcan igual.
Hoy día está de moda enunciar que “a través de la gastronomía se puede cambiar al mundo”. Es tanta su influencia en la vida de las personas que las transformaciones que está experimentando derrama sus efectos en todos los ámbitos de la convivencia humana. Y una de las cosas que transmite, son los valores. Muchos de esos valores se ven representados en la persona de Don Arcenio.
Coraje. Hay que tener mucha valentía para que a los 81 años de edad venga a ponerse en un pie de igualdad en una competencia con personas a las que dobla en edad. Sin ningún tipo de complejo, físico ni mental, aun cuando en nuestra sociedad al llegar a los 40 ya sos un viejo.
Tradición y familia. No pasó ni un programa de Masterchef sin que Don Arcenio recuerde a su familia. A su esposa a sus nietos reafirmando que la cocina siempre debe ser un acto de amor. Y además confirmando que en nuestras tradiciones y costumbres típicas está la riqueza de la gastronomía nacional.
Mentalidad positiva. Todas las pruebas y los desafíos que tuvo que enfrentan en el programa nunca representaron un obstáculo para él, solo eran escollos que tenía que salvar. No recurría a la suerte sino a la buena voluntad. Aun cuando muchas veces parecía perdido y su escasa técnica no era suficiente para lograr el cometido. La derrota nunca figuraba entre sus planes y cuando la tuvo en frente la asumió como un gaje del oficio.
Decencia. Lo transmitía con su sola presencia. Tenía una actitud altiva pero no soberbia. Sus palabras reproducían expresiones agradables. Nunca una grosería o algo fuera de lugar. Su andar en general dentro del programa era la imagen de la corrección.
Todas estas virtudes estaban aquilatadas por el paso de la edad. Pero era como un personaje de otra época. Y fue esto lo que quizás le traicionó en el último programa y provocó su eliminación. El no estar afiliado a la vanguardia, al modernismo, el mirar la vida con otros ojos. La prueba que su optimismo no pudo salvar se trataba sólo de una cuestión semántica. De esa costumbre de llamar con nombres foráneos a productos que son habituales en el consumo.
Cuando anunciaron que el desafío de la eliminación consistía en hacer 12 Cupcakes, don Arcenio reconoció que nunca lo había hecho, como si se enfrentara a algo extraño y desconocido. Sin reparar en que se trataba solo de pequeñas y simples tortas en forma de tazas. Si se lo pedían de esta forma, seguro que pensando en sus nietas, salía fácilmente del paso.
La que salió fácilmente del paso fue Maríz Liz. Demostró nuevamente su gran afinidad con las elaboraciones dulces y sus Cupcakes fueron las mejores en la prueba de eliminación. De esa forma, reafirmó su condición de gran candidata a ganar la primera edición del MasterChef Paraguay.
La segunda edición ya está confirmada. Anoche se hizo el primer anuncio público y se convocó a los aficionados a la cocina a inscribirse para el programa recurriendo al sitio web www.masterchefparaguay.com. Las exigencias son, ser mayor de edad, no estar trabajando como cocinero o ayudante de cocina, tener a lo máximo un año de estudios gastronómicos y enviar un video de los platos que elaboran. La primera edición del programa finalizará en el mes de agosto, pero desde julio comenzarán a filmarse los programas para la segunda edición.