Es un lugar privilegiado. Invita a sentarse durante largas horas para ver las luces de la ciudad. La elegancia y modernidad del nuevo eje corporativo y polo residencial de Asunción. La silueta de los altos edificios del centro de la ciudad que se dibujan en el horizonte. El hormigueo incesante de los faros de los automóviles. Claro que, disfrutar de todo eso, es mejor con unos tragos y una picada.
La rooftop del Hotel Aloft tiene una de las vistas más impresionantes de la ciudad. Su ángulo de casi 360 grados permite apreciar Asunción en todas sus direcciones. Allí montaron un bar con un ambiente informal, distendido, en consonancia con la imagen general de la empresa diseñada con un entorno moderno con influencias del diseño urbano.
El hotel está dirigido a los viajeros internacionales frecuentes, personas generalmente jóvenes que buscan una escena social siempre emocionante. El rooftop fue concebido con ese criterio, pero además de los huéspedes del hotel, allí se reúne un público asunceno que se adapta a esas características. Desde que se habilitó ese espacio, no conoce descanso. Siempre está colmado.
Y en consonancia con el concepto y el target se establecieron los parámetros gastronómicos. El Aloft desde sus inicios trató de identificarse con los tragos, con una nueva tendencia en materia de alta coctelería. Para ello, contrató los servicios de la conocida bartender argentina Inés de los Santos quien diseñó la carta de tragos, que en coincidencia con el ingreso de la primavera experimentó algunos cambios, introduciéndose nuevas propuestas.
El Rooftop, como le llaman a la terraza, no es un restaurante, es más bien un ambiente donde socializar: un bar. Por supuesto, que hay un servicio de comidas, donde las picadas brillan por su constante presencia, aunque también se sirven algunos platos más elaborados como los salteados de carne y pollo al wok, o el salmón grillado acompañado de rúcula con aderezo de miel y aceto balsámico.
Lo fuerte lo constituyen: las picadas, las quesadillas y las pizzas. Entre las primeras están, la Picada criolla (chorizos, butifarras, chorizos picantes, mandioca, sopa paraguaya y salsa criolla) y la Picada Gourmet (jamón, jamón crudo, pavita, salame, aceitunas, quesos: gruyere, camembert, Holanda, fontina, azul, sardo y pepato, panes, grisines de queso y frutos secos). Entre las quesadillas, las hay de: queso y tomate; queso, pollo y Katupiry; y las de carne picante. Por última las pizzas incluyen variedades con champiñones, palmitos, jamón cocido, queso y vegetales. Y la infaltable Margarita. Hay también una opción de ensalada. Los precios van desde los 45 mil que cuestan las quesadillas hasta 105 mil guaraníes de la picada gourmet.
Y a la hora de los tragos, la propuesta ya no es tan cotidiana. De todas maneras, los encargados del bar pueden preparar todo tipo de tragos clásicos. Pero lo que abundan son las propuestas conocidas como tragos de autor. Entre los nuevos que ingresaran a la carta, podemos mencionar los siguientes:
Boulevard 10: Gin Beefeater, Martini Rosso, Bitter, Campari, Cáscara de naranja
Manzanilla Sour: Pisco, Almibar de Manzanilla, Clara de Huevo, Limón
Tutti Expresso Martini: Vodka Absolut, Frangelico, Café y Vainililla
Los precios de los tragos oscilan entre 45 a 52 mil guaraníes.
El rooftop del Aloft tiene capacidad para unas 50 personas y está abierto todos los días desde las 18:30. Los viernes y sábados quedan abiertos hasta las 02:00 am y en estos días se cuenta con la animación musical de un DJ. Se recomienda hacer reservas para los fines de semana.