Ricardo Santos, pese a sus 76 años mantiene un espíritu jovial. Tiene también la humildad y la sabiduría de esas personas que acumularon nieve en la sien después de trajinar mucho por la vida y ya están de vuelta. Es argentino y lo conocen como el Señor Malbec por su gran aporte al conocimiento de eso vino en el mundo entero.
Usa su sabiduría para desmitificar todo lo que a veces escuchamos decir sobre los vinos. Por eso dice que el “vino no es para hacer literatura, es para disfrutarlo”. Don Ricardo, llegó a nuestro país para asistir a la Expo Vino, donde brindó una charla acerca de su experiencia con esta noble bebida. Durante su estancia también asistió a catas y cenas maridajes en restaurantes de Asunción.
Nos llamó poderosamente la atención, hablando privadamente con él, el hecho de que echa por tierra toda esa parafernalia lingüística que se utiliza para describir a los vinos. Y aquí extractamos sus principales conceptos al respecto:
“Cuando hago las presentaciones, digo, yo no voy a hablar de mis vinos. Primero porque no tengo nada de qué hablar, que les voy a decir de mis vinos, las cosas buenas?. Además porque ustedes tienen el vino delante y si yo empiezo a hablar me van a mirar y decir pero si este tipo está diciendo cosas que este vino no tiene, díganme ustedes lo que este vino tiene, no me pidan a mí.
“Por eso, cuando mucha gente habla de esas referencias que se usan para el vino, y que tiene aroma a frutos rojos del bosque, yo les paro y les digo: si nosotros hiciéramos vinos de frutos rojos del bosque no lo tomaría nadie. Por qué tomamos vino?, porque se hace de uva y nosotros lo que queremos en el vino es aroma y gusto a uva.
“En mis presentaciones de los vinos digo si a ustedes no les gusta este vino ni me lo digan, tomen otra cosa, que va a ser el mejor vino del mundo, pero si me lo dicen se van a sentar en el cordón de la vereda y haré que le pasen un café a cambio.
“Hay que sacarle esa seriedad con la que muchos de mis colegas presentan esos vinos, no hay que poner cara seria, yo le digo a algunos de mis colegas, no los reten porque se ponen muy serios, si lo que están buscando es disfrutar. Qué es lo que hay que saber realmente del vino, disfrutarlo nada más.
¿Entonces que es lo hay que saber para disfrutar del vino?
“Yo creo que entre las cosas fundamentales para disfrutar el vino, primero es tener conciencia, concentrarse en lo que se está haciendo. Segundo, tener posibilidad de hacer comparaciones, esto que a mí gusta, sigue siendo mejor que el que tratan de ofrecerme, o este que me pusieron delante es una sorpresa porque lo voy a compartir. Por último una especie de memoria sensorial es fundamental para que uno realmente disfrute lo que está haciendo, tomar vino. Lo único que vale es la impresión final, la impresión y disfrutarlo.
Don Ricardo es muy conocido en el ámbito vitivinícola, porque fue el gran propulsor de la uva Malbec en la Argentina y en su difusión por el mundo entero. A tal punto llega esa fama que hace años fue rebautizado como el Señor Malbec, ya desde la época en que era dueño de las Bodegas Norton que posteriormente fue vendida. En nuestro país, a traves de Decanter se comercializan El Malbec de Ricardo Santos y el Ricardo Santos Semillón.
“Siempre tuve una debilidad por el Malbec y no era el único que lo hacía, en la época que lo hacíamos éramos muchos los que trabajamos con esta cepa y hoy un poco con ironía digo que la gente me llama el señor Malbec porque de todos aquellos que trabajamos en aquel entonces yo soy el único que queda vivo”.
No es la primera vez que viene a nuestro país. “Desde que me fui, me fui con ganas de volver”, por qué? inquirimos: “Primero me trataron muy bien, y segundo porque esa primera vez que vine me preguntaba con qué me iba a encontrar porque no tenía conocimiento de los consumidores de vino en Paraguay, y volví asombrado, porque me encontré con un nivel de gente que es igual o hasta mejor de lo que yo me encuentro en Buenos Aires cuando voy a presentaciones de vino”.
“Ahora que he vuelto, eso se confirmó, realmente es admirable el nivel de gente, no digo que estén interesados en saber de vino, que saben del vino, pero lo disfrutan. Sin el conocimiento adecuado y profundo puede disfrutarlo igual”.
Don Ricardo todavía se dedica a la producción de vinos en Mendoza, donde tiene una bodega. Dos de sus cuatro hijos le acompañan en esa actividad. El mayor, Patricio es ingeniero agrónomo con un masterado en California, es el que hace los vinos. “Pedro, el tercero de mis hijos, hace todo lo que yo no quiero hacer, así que trabaja bastante, hoy en día yo pongo la cara básicamente”, dice graciosamente.
Actualmente la bodega de Ricardo Santos también produce vinos con la cepa Semillón. “El Semillón fue una cosa que siempre lo tuvimos nosotros. Con mi familia éramos dueños de la Bodega Norton hasta los años 80. El Semillón era la base de todos los vinos blancos argentinos que en ese entonces se consumía. Yo dejé la bodega Norton cuando el 50% de la bodega era tinto y 50% blanco, hoy eso en Argentina no se puede creer. Así eran todas las bodegas y después cayó y siempre pensé que uno de los motivos era que tanto el Chardonay como el Sauvignon Blanc y el Torrentes, son vinos excesivamente aromáticos para acompañar un plato y el argentino al igual que los paraguayos no toma vino fuera de las comidas, entonces acompañar un surubi a la plancha con un Chardonay, con mucho roble, con mucha estructura, yo creo que estamos insultando y por lo tanto volvimos a ver qué pasaba con el Semillón”.
“Estamos teniendo buena aceptación, lo estamos vendiendo muy bien en Estados Unidos y en la Argentina va ascendiendo. Yo reconozco que hay que mostrarlo, la gente tiene que tomarlo pero eso es en general con todo, porque la gente puede leer los puntajes de los vinos, ver los precios, pero como una vez me dijeron el vino se vende después que haya pasado por la vejiga del consumidor. La primera botella no vende, en la segunda cuando el consumidor vuelve a comprar ahí empezamos a vender”.
¿Como están las ventas en Paraguay?
Van ascendiendo, yo creo estamos manteniendo una cosa para lo cual con mi familia nos preocupamos mucho, el estilo no se cambia, puede haber modificaciones porque la cosecha de ese año no fue buena, pero el estilo no se modifica.
¿Cuál es el estilo?
Yo quiero que el vino sea mordible, que sea frutal. Una vez una periodista inglesa muy famosa me dijo Ricardo como se añeja tu vino, y yo le dije ¿para qué? y ella me contesto touché. Porque es así, no digo que no haya gente que prefiera las cosechas anteriores, pero nosotros buscamos esto, un vino que recuerde más el viñedo que la bodega.