Conmovedora historia de la paraguaya de MasterChef

De pequeña se crío con sus tíos porque su madre fue a la Argentina. La conoció años después cuando viajo a ese país. Su mamá era cocinera y allí comenzó a gestarse su pasión por la cocina. Pero abandonó la casa materna y fue a trabajar en un lavadero de autos, donde conoció a Sarita, una señora que la acogió en su casa y le inculcó el amor a la gastronomía. No sabemos cómo dio el salto a España pero ahora es una de las finalistas el MasterChef.

Sally Caballero es una paraguaya, de 31 años, radicada en España que fue seleccionada entre 15.000 aspirantes para formar parte de los 15 aspirantes a MasterChef, programa de televisión gastronómico español que busca al mejor cocinero amateur. Pasó una infancia terrible, casi no convivió con su madre, la criaron sus tíos, pero fue Sarita una mujer para quién realizaba el servicio doméstico quién ofició de tutora y le encaminó en la gastronomía.

El programa MasterChef acaba de iniciar su tercer ciclo por Radio Televisión Española y tiene tan impresionante audiencia que los que pasan por ese programa de búsqueda de talentos se convierten en verdaderos personajes mediáticos. Sally vive actualmente en Ciudad Real, ubicada en la comunidad autónoma Castilla-La Mancha. Y su historia ya conmovió a los miembros del jurado de MasterChef.

Sally es auxiliar de óptica, está casada y tiene una hija. Su objetivo es convertirse en cocinera profesional, porque le encanta y porque quiere darle un futuro mejor a su hija. Cuando contaba su historia en el programa decía que no deseaba que su hija pasara ni un poco los sufrimientos que ella soportó durante su infancia.

De acuerdo al relato que ella realizó podemos colegir que ella no conocía a su madre, quién aparentemente tras tenerla viajó a la Argentina y ella fue criada por sus tíos. Contó que a los ocho años se hizo sus primeros huevos fritos. Eso ocurrió un día en que lo que había para comer eran lentejas y a ella no le gustaba por lo que decidió no comer. Los tíos le dijeron que si no lo almorzó, lo iba a cenar, y si no lo cenaba lo iba a tener que desayunar.

Lo cierto es que Sally aprovechó que a la hora de la siesta todo el mundo se echaba a dormir y se preparó, a escondidas,  los primeros huevos fritos de su vida. “Para mí eso fue glorioso”, dijo significando lo duro que fue su infancia. “No es lo mismo que seas hijo a que seas sobrina”, remarcó.

Estando en Paraguay, viajó después a la Argentina para conocer a su madre, quién era cocinera y allí es que comienza a experimentar una pasión por la cocina. Sin embargo, tuvo una trifulca con su progenitora y ella decide irse de la casa y comenzó a trabajar en un lavadero de coches. “A poco conocí a una señora que fue con quién me críe posteriormente. Era mi tutora y ella siempre me enseñaba a cocinar”, cuenta a los conductores del programa. Pero en los materiales que MasterChef publica en su página web informa que Sally hacía el servicio doméstico.

Sarita, que así se llamaba la mujer que la acogió en su casa, pronto descubrió que Sally tenía un don para la cocina y siempre le decía que alguna vez tendría que viajar a Europa para explotar esa capacidad. Incluso, le estaba pagando una escuela de gastronomía hasta que enfermó de cáncer y falleció.

Hasta allí, la historia que contó Sally ante las cámaras de televisión. Desconocemos como llegó a España. Su experiencia gastronómica solo se remite a los platos que prepara en su casa para su marido y su hija. Llegó a hacer un curso de cocina española en el Cordon Blue. Durante el proceso de selección de candidatos del MasterChef preparó una Pechuga rellena con setas y espinaca, un poco de queso y orejones.

También preparó Secreto de cerdo con salsa de manzanas y patatas con majado de ajetes, un plato que le enseñó Sarita, cuando Sally apenas tenía 15 años. “Esto lo hago no solo por mí sino también por Sarita”, dijo al justificar su participación en el programa.

El jurado de MasterChef está compuesto por Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, célebres y renombrados cocineros de la Madre Patria.  Programa a programa, MasterChef recorre España mostrando la riqueza gastronómica del país. Los aspirantes tendrán que superar diversas pruebas, individualmente y por equipos, haciendo frente a la presión, el tiempo límite y los comensales más exigentes. Además, cocinarán en los lugares más espectaculares de ese país.

El ganador obtendrá el título de MasterChef España, un premio económico de 100.000 euros y publicará su propio libro de recetas. Además los tres finalistas completarán su formación en la Universidad de Ciencias Gastronómicas Bosque Culinaria Center.