El lujoso y sofisticado restaurante Luna 21 Rooftop anunció que cerró definitivamente sus puertas. Lo hizo a través de sus redes sociales mencionando que estaban atravesando una difícil situación sumada a la incertidumbre por la pandemia del coronavirus. Ocupaba los dos últimos pisos de la Torre 1 del World Trade Center y como era uno de los restaurantes más altos de la ciudad decía que estaba 100 metros más cerca de la luna.
“Nos encontramos ante una situación compleja y de mucha incertidumbre ante la evolución de la pandemia del COVID 19 que ha impactado en la salud y vida de las personas a nivel mundial
Apoyamos desde el primer momento las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional para contener la propagación del virus, porque la salud está por encima de cualquier circunstancia y es nuestra responsabilidad cooperar en esta lucha.
Sentimos mucho comunicar, que ante estas medidas y luego de un considerable análisis, nos vemos obligados a cerrar nuestras puertas definitivamente.
Agradecemos a nuestro equipo por la entrega, el compromiso y profesionalismo de siempre en busque de la excelencia y a todos ustedes por la confianza depositada desde el primer día”.
Así reza el comunicado que, el viernes pasado, levantaron en la página oficial de Facebook. Llama poderosamente la atención de decisión de cerrar definitivamente y hace suponer que aparte de las onerosas restricciones que impone la cuarentena decretada por el Gobierno existen otras razonas que justifican esa medida tan extrema.
En el sector gastronómico, mucho antes de la pandemia, venía manifestándose una profunda crisis económica que a duras penas estaba siendo sobrellevada por los locales. Era un secreto a voces, que Luna 21, como muchos otros no estaba pasando por su mejor momento. Y un restaurante de ese nivel y categoría difícilmente podía aguantar una mala racha durante tanto tiempo.
Luna 21, se habilitó oficialmente el 20 de octubre de 2017 con una inversión de 1.200.000 dólares. Era, probablemente, el restaurante más lujoso de Asunción y el más sofisticado, no solo por su delicada ambientación sino además por su delicado menú que trataba de combinar recetas paraguayas con la excelencia de la cocina internacional. Ocupaba los pisos 21 y 22 de la Torre 1 del World Trade Center.
El local estaba distribuido en dos plantas, en la primera está ubicado el lobby con dos ambientes privados. En la segunda planta estaba el restaurante propiamente con una capacidad para 60 comensales. Y en ambos pisos existían terrazas para 40 personas, con una vista privilegiada de toda Asunción, más aún considerando que estaban a unos 100 metros de altura, por lo que se constituía en el restaurante más alto de la ciudad. “Mezclamos la elegancia y el lujo, acompañándolos con una alta gastronomía neoparaguaya y coctelería de primer nivel”, así lo definió en el aquel entonces Javier Serrano, directivo de la empresa propietaria.
El chef era, Gonzalo Ferrand, un peruano con 20 años de experiencia. Dirigió las cocinas de restaurantes tales como La Rosa Naútica y Cala, en Lima, Perú. Se especializó en Francia donde llegó a ser el primer chef ejecutivo peruano. Estuvo al frente de los restaurantes del grupo internacional hotelero Thunderbird, teniendo a su cargo seis hoteles y dos casinos y en Francia trabajó en la Au Pois Gourmand, La Brasserie des Beaux Arts, Le Coq Hardy. En el 2006 representó a Perú en el Mundial de Cocina en París y en el 2013 publicó el libro “Pasiones, Gastronomía y Arte”.
Luna 21 pertenece al grupo español Byspania que es propietaria de la Torre 1 del World Trade Center. También es propietaria del Paseo Carmelitas y de un shopping en Coronel Oviedo. Entre sus inversiones en gastronomía se encuentran La Yaya Gourmet (bar de tapas) y Corte y Leña (parrilla), ambos ubicados en el Paseo Carmelitas. Allí también habilitó hace años el local Detroit 1920 que buscó desarrollar la alta coctelería, pero pronto cerró sus puertas.