El ambiente festivo y divertido que reinó en los tres primeros programas del MasterChef Celebrity se cortó en el cuarto cuando los participantes que llegaron a la ronda de eliminación fueron sometidos a la prueba de preparar un pavé. La mayoría no tenía idea, ninguno lo había preparado antes. Y la alegría y la risa que abundaban en los rostros se volvieron expresiones adustas. Nadie cumplió la consigna y la eliminada del día fue Belén Bogado.
Lourdes García, Nati Sosa, Cami Flecha, Jessica Torres, Belén Bogado y Mariano López quedaron en la ronda de eliminación porque el día anterior no superaron la prueba de preparar un Bife Koygua. Y para decidir quién debía abandonar el programa el jurado eligió como prueba: preparar un pavé. El paneo que hizo la cámara de las caras de los concursantes fue elocuente. Todo lo simpático y cómico que había sido el programa gracias a los participantes se cortó abruptamente.
El pavé es una pavada para alguien que tiene una mínima práctica de cocina y algunos conocimientos de gastronomía. Los participantes no tienen la culpa de no estar familiarizados con el tema, fueron seleccionados porque son celebridades no por sus conocimientos culinarios. Por eso se explica, el sobresalto, el temor y el espanto que causó la mención de la consigna.
El pavé es un postre helado de origen brasileño que hace alusión al significado de esa palabra en el idioma portugués: ladrillo o adoquín. Se elabora con capas superpuestas de bizcochuelos, cremas, galletitas, dulces, leche condensada, etc. Se presenta generalmente en copas transparentes para que puedan visualizarse fácilmente las distintas capas del postre que parecen ladrillos apilados unos encima de otros.
Aquello fue un desconcierto general. Cada uno hizo lo que pudo, a su manera. Mezclando ingredientes sin importar si formaban capas o no y recurriendo a las más simples técnicas. La cosa no era como para reírse. De ahí que la diversión quedó para otra ocasión. El trabajo de los participantes parecía muy parejo de acuerdo a lo que se observa en televisión.
El problema se trasladó luego al jurado. Debía decidir, de acuerdo a las reglas del programa, quién debía abandonar las cocinas de MasterChef. La realidad es que ninguno de los concursantes cumplió con la consigna. No fue pavé lo que presentaron sino un postre que pretendía serlo. Si los jueces hubieran sido estrictos todos hubieran sido eliminados, pero no va por allí el programa.
Euge Aquino, la especialista en pastelería entre los miembros del jurado, se encargó de anunciar el veredicto. Y sus palabras daban la impresión que la decisión iría por otro camino. “La pastelería es muy visual, es muy importante la forma en que se presentan los postres, no es solamente sabor, es mucha precisión, los sabores siempre deben estar bien equilibrados, hay mucha ciencia detrás de la pastelería a diferencia de la cocina salada”, dijo. Nada de esos criterios parecían coincidir con los trabajos presentados.
En fin, el jurado conforme a criterios que no fueron individualizados en cada postre decidió que el mejor plato de la noche correspondió al elaborado por Jessica Torres, el segundo lugar correspondió a Nati Sosa y el tercero en subir al balcón fue Mariano López. Quedaron en el pelotón de fusilamiento Lourdes García, Cami Flecha y Belén Bogado. La primera se salvó a continuación y en el duelo final quedaron Belén y Cami, con el resultado mencionado más arriba.
Fue la primera vez, en todas las temporadas de MasterChef, en que vimos que una consigna no fue cumplida por ninguno de los participantes. Con la aclaración de que es la primera vez, que los participantes no eran cocineros, aficionados o profesionales. Solo esperamos, que en esta edición, las dificultades gastronómicas que las celebridades encuentren a su paso, impida que se manifieste el humor y la comicidad que destilan naturalmente.