Es un evento al que la gente ya le ha tomado el gusto. En su séptima edición Drinks & More volvió a reunir a un nutrido y entusiasta público que hace presagiar que esta actividad tiene todavía cuerda para rato. Más aun teniendo en cuenta que tiene mucho techo para crecer y para recuperar esa imagen de expo gourmet que le trataron de dar los organizadores desde su inicio.

Drinks & More se desarrolló en el Hotel Sheraton, en ambientes cerrados y abiertos, aunque este último se vio frustrado por el mal tiempo que se abatió sobre la ciudad el jueves pasado a la noche. Eran las 22:00 y la música electrónica intentaba poner más de dinámica al ambiente. Sin embargo, ocurrió una cosa curiosa ya que trastrocó la franja etaria al cual buscaron dirigirse.

El objetivo era tratar de identificar el evento con una franja más juvenil para lo cual recurrieron a la música electrónica. Sin embargo, pudimos notar que el público estaba compuesto por una gran cantidad de personas mayores, hombres y mujeres, superando al tradicional público juvenil, que acostumbra a invadir las actividades de este tipo.

Como siempre hubo de todo, para beber y comer, vinos rosados, blancos y espumantes; cervezas artesanales e industriales y destilados varios. Hubo un buen servicio gastronómico que estuvo a cargo de la cocina del Hotel Sheraton, que surtió de abundantes y constantes bocaditos, a la numerosa concurrencia. Algunos de los expositores también colaboraron con la degustación de sus productos: quesos, jamones, salsas, picadas, etc.

La séptima edición de Drinks & More fue todo un éxito. Un numeroso público se dio cita en el Hotel Sheraton para disfrutar de todo tipo de bebidas.

Eso sí, no puede calificarse de gourmet a un evento que tiene muy poco de esta cualidad. En ese sentido, extrañamos el nivel de anteriores convocatorias. Desaparecieron casi por completo las delicatessen, entre ellos los chocolates que antes lucían con su presencia. De todas maneras, el público siempre se siente satisfecho por la abundancia y la variedad de opciones para tomar.

Siempre hay algunas novedades que las importadoras presentan en esta oportunidad. Por ejemplo, el gin Hilbing, un gin argentino premiado como el mejor del mundo, hace unos años o el pisco chileno Mistral, que a diferencia del peruano pasa por barricas. En materia de vinos, aparecieron ante el gran público los vinos de las bodegas Roberto Bonfanti y Famiglia Cartellone, que junto a los vinos Cafayate y la siempre variada y amplia oferte de etiquetas de la empresa ACSA.

Drinks & More trata de ser un evento identificado con lo gourmet y las delicatesses, que no lo son. Pero esto que podría tomarse como una nota negativa es sin embargo un capital positivo, porque cuando los organizadores se decidan a llevar a cabo un evento de esas características van a encontrar un límite de amplios horizontes.

Tal vez, haga falta introducir algo parecido a la Noche Premium, que incluyeron en la programación de la Expo Vino, donde por un precio extra el público tiene acceso a las etiquetas más exclusivas y caras del mercado. No podemos ni imaginarnos lo que sería una Noche Premium de Drinks & More. La CAPRO (Cámara Paraguaya de Proveedores de Bienes, Servicios y Afines) entidad organizadora de ambos eventos, tiene la palabra.

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