Comenzó hace más de diez años con la intención de que los que estaban en el negocio pudieran decir ¡aquí estamos! Se desarrolló vertiginosamente convocando a verdaderas multitudes y fue uno de los motores para el gran desarrollo que tuvo el mundo del vino en nuestro país. Convocó a jóvenes y mujeres para que se unieran a los varones en la práctica de empinar el codo con esta bebida. Ahora ofrece un enorme abanico de variedades de vino y lo que es más novedoso se ha convertido en un motivador de las ventas.
El jueves pasado culminó en el salón de eventos una nueva edición de la Expo Vino, con los resultados esperados de siempre. Tres noches colmadas de público, más de 200 etiquetas de alta gama y entre ellos muchos de los más codiciados, destacados y cotizados vinos que se ofertan en el mercado. Hasta allí casi igualito que la edición del año pasado. Pero hubo un hecho sorprendente que si bien, siempre figura en los planes, nunca se cumplían como hasta ahora.
La Tienda de Vinos que se habilitó en la Expo registró una “venta espectacular”, según las expresiones de Claudia Adorno, la responsable de In Vino Veritas que tuvo a su cargo las ventas. Las tres noches tuvieron mucha actividad y en algunos casos tuvieron que recurrir a los guardias para poner un poco de orden para la atención a los clientes. No pudimos obtener datos y cifras precisas porque terminaron muy tarde la última noche y el arqueo recién lo harían después del feriado largo.
Para Claudia la situación fue “toda una sorpresa” más aun considerando que se trata de una persona con mucha experiencia en la comercialización de los vinos. No es la primera vez que la Expo Vino habilita la tiendita. Solo que antes no obtenían los mismos resultados. En la reciente edición la tiendita de la Expo Vino ofrecía como oferta una rebaja en los precios que en algunos casos llegaba al 30%. Además, el banco auspiciante del evento otorgaba un descuento y más el pago en cuotas sin intereses. Era tentadora la oferta.
Los organizadores no quieren solamente lucirse con un excelente evento, bien realizado, con gran cantidad de vinos de calidad disponibles a la degustación, con variadas etiquetas provenientes de casi todos los rincones del mundo. En el fondo quieren resarcirse con mayores ventas de vino, pero las anteriores ediciones nunca permitieron medir si inmediata o mediatamente incidían en mejores ingresos por comercialización.
La Expo Vino junto a otros motores, como por ejemplo el gran desarrollo de los negocios gastronómicos permitió el crecimiento del consumo del vino en nuestro país, pero era imposible medir en que grado incidía. Ahora con los datos que generaron podrán tener idea más o menos exacta de cuanto vende la Expo Vino, es decir ya no será un mero evento social, sino un motivador de las ventas, con lo cual completa el circulo virtuoso. Convocar a gran cantidad de clientes y potenciales clientes, dar a conocer sus productos para concretar las ventas.
Un hecho resaltante de la última Expo Vino fue la consolidación de lo que llamaron La Noche Premium. El año pasado a esta jornada le llamaron Avant Premiere y ahora ya le dieron una caracterización definida. Una jornada donde se podía degustar algunos de los vinos más caros del mercado. Por ejemplo, el Penfolds RWT Shiraz (G 1.800.000), el Seña (G 1.267.000), el Kai Carmenere de Errazuriz (G. 1.100.000), el Ruffino Grepone Mazzi (G 710.000), el Oremus Tokaj 5 Puttonyos (859.000), Don Melchor Cabernet Sauvignon Cosecha 2020 (2.580.000), Bemberg Pionero (G 1.275.000), por citar solamente los que más nos llamaron la atención.
Esto nos da una pauta del nivel de vinos que estaban a disposición del público. Claro que para esa noche el costo de las entradas era de 500.000 guaraníes el doble de lo que era para las otras noches. Aun así, se agotaron con anticipación. El nivel de los asistentes era distinto, por supuesto personas con mayor nivel adquisitivo, pero con el detalle adicional de que la mayoría tenía un conocimiento superior respecto a la categoría de los vinos, de las variedades, de los terroirs y actuaban con mayor conocimiento de causa según nos reveló Christian Kennedy Bonzi, de London Import una de las importadoras presentes.
Las otras dos noches también fue a salón lleno, pero con un público diferente. Sería algo así como el público tradicional de la Expo Vino, más juvenil, con mayoría de mujeres, con un ambiente más relajado, pero sin que baje la calidad de los vinos, por más que eran de precios inferiores. Es imposible hacer un resumen de las más de 200 etiquetas que se presentaron. Lo novedoso es que la oferta ya no se limita los vinos argentinos y chilenos, sino que provienen de otras regiones y el Malbec ya no es la variedad única y exclusiva.
La Expo Vino está llenado todas las expectativos que una actividad como esta puede generar. Y es un poco difícil imaginar con que novedades sorprenderá en los próximos años. Claro que aún le falta consolidar lo conseguido, pero ya es muy auspicioso llegar hasta donde han llegado.