Según la RAE, un antro es un local, establecimiento, vivienda de mal aspecto o mala reputación. En algunos países se califica así a un establecimiento que garantiza entretenimiento y buenas experiencias. Hacia ahí apunta Dinerama, que se define como un market fest, un espacio que integra arte, gastronomía, bar, café, feria, beer garden, baile y comercios. De esta enumeración solo pudimos comprobar que existe lo referido a comida, bebida, música y baile. Cumplió un año a puro éxito.
Tiene mal aspecto, sobre todo de día, porque la noche cubre algo de sus imperfecciones. Dinerama está ubicado sobre Sacramento 1.275 a unas seis cuadras de España y seis cuadras antes del IPS. Ocupa partes de las instalaciones que pertenecían a la empresa Iciersa, que fabricaba alambres y varillas. No sabemos si esa empresa sigue existiendo, pero el inmueble tiene aspecto de abandonado. En uno de los grandes tinglados es dónde se instaló Dinerama, justo en el que está a medio terminar. La mitad de la estructura está bajo techo y la otra mitad al aire libre.
Los desarrolladores del proyecto aprovecharon bien esta circunstancia para ambientar el lugar. No quisieron disimular las imperfecciones edilicias, sino que las aprovecharon para montar un local con estilo diferente. La llegada y la entrada son un poco farragoso, nada de alfombra roja. Hay un amplio espacio para estacionamiento de tierra y uno debe andar muchos metros para llegar a la entrada en un piso de tierra que no tiene senderos peatonales.
Antes de la entrada, hay un espacio de transición, que ya nos induce a pensar como viene la cosa adentro. Un gran cartel nos advierte que se trata de una comunidad, donde se conjugan, gastronomía, arte, bar, música, café, baile, feriantes y comercio. Al traspasar la entrada uno se encuentra con una caja de sorpresas. La primera impresión es que uno entra a un food park techado. Mesas y sillas, aquí y por allá, puestos, boxes, casillas, dispuestas a los costados y en el extremo un set que sirve de espacio para los músicos.
Al mirar uno hacia el fondo, no existe fondo. La vista se pierde en el horizonte, a la noche uno puede alcanzar a ver las estrellas y de día se puede disfrutar del sunset, es que esa parte corresponde al sector derruido, no terminado o hecho ex profeso de esa manera. El ambiente está decorado con cierto encanto. Utilizaron los más diversos objetos algunos con tendencia Vintage. Las mesas y sillas no tienen la monotonía de los Food Park, sino que combinaron diversos estilos, pero casi todos son comunitarios. Después la iluminación hace el resto.
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El fuerte del lugar es la combinación de chupi, morfi y música. La cerveza es la preferida, sobre todos en estos días de calor, hay varios puestos donde se elaboran tragos. En el menú también se incluyen vinos, whisky y otros. De morfi no hay muchas opciones, pero todas son seleccionados: Koggi, el lomito coreano; La Burguesa, con sus hamburguesas de autor; Lola Sushi y Sicilia Pizzas. La música está presenta a toda hora, el disc jockey tiene una caseta propia y siempre hay actuación de grupos musicales. En las primeras horas, la onda es tranqui, pero pasadas las 22:00 se aumenta el ritmo y los decibeles y comienza el bailongo. Por supuesto, que no hay pista. La gente baila donde se le da la gana.
El nombre Dinerama, tal vez fue prestado de un proyecto que existe en Londres, que fue tal vez en el quisieron replicar. El hecho es que del market fest, y esa comunidad de diversas actividades lo que quedó es la trilogía de chupi, morfi y música. Crearon algunos códigos. Solo se admite a mayores de 23 y no se puede acudir con ropas deportivas (camisillas, zapatillas). Abren de miércoles a domingo desde las 18:00. Hasta las 22:00, la entrada es gratuita, pero a partir de esa hora los varones pagan 40 mil y las mujeres 20 mil. El importe puede canjearse por una manija de chop.
En noviembre pasado cumplieron su primer aniversario y le está yendo bastante bien. Esta especie de fotos park bailable, solo para mayores de 23 años, resultó una opción muy interesante y se convirtió en un antro que garantiza entretenimiento y que tiene buena reputación. La empresa que administra el local tiene varias experiencias similares. Hubo algunas quejas aisladas sobre la falta de seguridad dentro del local, pero cuentan con staff bastante numeroso que está al pendiente de todo. Algunos vecinos reclamaron por ruidos molestos, pero no vimos que estas quejas pasaran a mayores. Podemos agregar que las bocas donde venden los tickets para la comida y la bebida, así como las bocas de expendio no son suficientes cuando el local está abarrotado y la demanda está en su máxima expresión. Fuera de eso, Dinerama se está convirtiendo en una cita ineludible dentro de la noche asuncena, ideal para los grupos de amigos.