Don Benjamín “Asado” Benítez ya no estará en la parrillada que habilitó sobre la avenida Aviadores del Chaco para dedicarse netamente a su negocio de catering de asado. Luego de una experiencia de un año decidió abandonar ese proyecto porque no daban los números. Tuvo la sinceridad de reconocer que perdió mucha plata y admitió que “retirarse a tiempo no es cobardía”.
Este fin de semana, el local ubicado sobre la mencionada avenida casi Santa Teresa ya tendrá otra administración. Ayer los funcionarios de Asado Benítez estaban retirando la cartelería y todas las alusiones gráficas a dicha marca. Allí seguirá funcionando un local gastronómico pero con una oferta diferente aunque se mantendrá un servicio de parrillada, entre otras propuestas.
El jueves a la noche alcanzamos a realizar una especie de despedida. Compartimos una parrillita con costilla de vaca, sopa paraguaya y chipa guazú, así como ensaladas varias, al estilo Asado Benítez, con don Benjamín y con su hijo mayor Osvaldo, quien era el gerente del lugar. Sentían nostalgia pero no tristeza por el paso que estaban dando. El sueño de tener una parrillada al estilo paraguayo, con espectáculo de música nativa, se había truncado. No hubo quejas, por el contrario, solo palabras de agradecimiento por el apoyo que habían recibido de parte del público.
Los números no redondearon. El modelo de negocio exigía tener una alta rotación de clientes. Lo consiguieron durante los primeros meses pero la crisis económica de este año despobló las mesas del restaurante. “Nuestra facturación cayó en un 75%”, aseveró Don Benjamín. “Ahora queremos priorizar nuestro servicio de catering. Tenemos que cuidar nuestro puchero, hace 25 años que estamos haciendo el servicio a domicilio. Queremos fortalecer lo que tenemos”, interviene Osvaldo.
Precisamente, el hijo mayor de Don Benjamín, que es también su brazo derecho, estaba a full con la administración del restaurante sin poder participar en el fuerte de Asado Benítez. Esta es la época, fin de año, en que mayor demanda de catering tiene la empresa y el concurso de Osvaldo se desperdiciaba en el restaurante que a la postre no brindaba ningún beneficio para la familia Benítez.
¿Esto es un adiós definitivo o un hasta pronto?
Es un hasta luego
¿Y te animas a reincidir?
Claro que sí, depende del lugar y de la oportunidad.
Este diálogo con Don Benjamín fue complementado por Osvaldo quien dijo: “No nos cerramos a la idea. Vamos a esperar un mejor momento. Además ahora ya aprendimos este negocio que es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a hacer. Nos abrazamos a un sueño porque la clientela pedía. Les encantaba el ambiente, venían muchos extranjeros, sobre todo del nordeste argentino. Siempre teníamos músicos”. Precisamente, Don Benjamín agradeció a los músicos que pasaron por el restaurante. Los jueves había peña y los viernes y sábado se caracterizaban por el show que brindaban distintos artistas en el espacio al aire libre que crearon en el amplio patio de estacionamiento del inmueble. “No estoy arrepentido del proyecto. Lamentamos no poder seguir. Pero así es la vida”, culminó diciendo don Benjamín Asado Benítez.