No hace mucho tiempo, el cafecito era un producto de consumo casi exclusivo de las personas mayores. Pero ahora, los jóvenes se empoderaron de la cultura del café. Una buena muestra de ello lo constituyó el Asu Coffee Fest que el fin de semana llenó de jóvenes el salón de eventos del Paseo La Galería. Expresando un interés que va más allá del mero afán de consumo y disfrute sino que trata de ahondar en esta nueva experiencia gastronómica.
Desde luego que no es raro en nuestro país que la franja etárea comprendida entre los 18 y 35 años domine con su presencia la mayoría de los eventos públicos. Pero es novedoso que avance hacia zonas, usos y costumbres que no están comprendidos como campos naturales y propicios para el bono demográfico. Hasta hace unos años, las cafeterías (las pocas que existían) eran el territorio exclusivo de las personas de la tercera edad. Eran los únicos que daban vigencia a este servicio. Incluso, nadie veía como negocio una cafetería, porque solo atraía “a los viejitos” que se pasaban toda una mañana o una tarde consumiendo una tacita de café.
El último local que recordamos que aun los convocaba era la cafetería San Marcos, ubicado en Oliva esquina Alberdi, donde después se instaló una de las sucursales de La Vienesa. Los tiempos cambiaron. Y lo hicieron aceleradamente en los últimos años. Los jóvenes ganaron los nuevos espacios creados y el producto “cafecito” se convirtió en el producto “cafetería” y comenzó el tema de la experiencia de la cultura del café.
Pero este fenómeno es privativo de nuestro país, por eso del bono demográfico. Nos contaba Juanjo López, uno de los organizadores del Asu Coffee Fest, que el gerente brasileño de una conocida marca de café le preguntó extrañado si habían hecho una promoción especial dirigida a los jóvenes y le contestó que la convocatoria que se hizo fue abierta a todo tipo de público. Lo que hizo pensar al brasileño que debían considerar nuevas políticas de comercialización. Nota al margen: El día que asistimos, no vimos gente como uno, personas mayores de sesenta.
Meggie Núñez, gerente de calidad de Lavazza comentaba que el tope de edad de su clientela era 37 años y que predominaban las mujeres. Precisamente fue una joven treintaañera la que creó el Asu Coffee Fest. Laura Doldán, coffee lover, nos reveló que lo que la inspiró fue el hecho de que le costaba encontrar un lugar donde saborear un buen café y que los amantes del producto no tenían un lugar común donde compartir experiencia. Y así nació.
Desde los rústicos galpones de Textilia el Asu Coffee Fest pasó a los elegantes salones del Paseo La Galería, donde la lecherada de cemento que hacía de piso dio su lugar a un mullido alfombrado y otras sofisticaciones más. El espacio ganó en elegancia, los puestos de las marcas participantes estaban estéticamente mejor cuidadas y las actividades y ofertas alternativas fueron más variadas.
No todo era café. Patagonia tenía un stand donde ofrecía sus variedades de cerveza. Mariano Domingo invitaba a un Martini expresso o un Café Mariscal (en realidad se pagaba). Un poco más allá el bartender Alvaro Pereira preparaba un Baileys&Coffee y Mary Jung experimentaba con una combinación de café con cerveza. Vinieron baristas extranjeros. Melitta trajo a uno del Brasil y Lavazza contó con el concurso del colombiano Alejandro Murcia campeón del World Aeropress Championship 2017.
Y hablando de campeonatos de aeropress, el Asu Coffee Fest también organizó uno. El primero en nuestro país. Y lo ganó Viviana Zarza, una joven que tiene una cafetería en Capiatá y así obtuvo el derecho de representar a nuestro país en el Campeonato Mundial que se realizará este año en Sidney, Australia. Se trata de una especialidad de preparar café en filtro, lo que también constituyó otra de las sofísticaciones del festival.
Otra cosa llamativa fueran las charlas temáticas que se desarrollaron en medio del festival. Se habló del origen del café hasta los cafés de especialidad. Pero lo llamativo no fue que se hicieran las charlas ni los temas que tocaron, sino la gran cantidad de participantes que tuvieron. Todas estuvieron llenas. “Se están sentando las bases para el conocimiento del mundo del café”, nos decía Laura Doldán. “En las próximas ediciones ya estaríamos viendo las tendencias mundiales”, agregó adelantando por donde iría el Asu Coffee Fest.
Hecho el recuento, el evento reunió a más de 20 marcas de productos y equipos. Y congregó, en dos días, a un total de 3.000 personas. Y haciendo otro recuento vemos que ya existen Paladar, A Comer, Ñam, Asunción Cocktail Week, Expo Vino y Asu Coffee Fest. Tal vez falte algo para el postre.