20 errores de etiqueta que más se cometen en la mesa

Luis Arroyo Pérez, director de la Escuela de Etiqueta, como acostumbra a hacerlo en su libro, en sus clases, en las conferencias, nos dio una cátedra de cómo debemos comportarnos en un restaurante. Su ya larga formación y experiencia avalan esos conocimientos.

Si son tantos los errores es que andamos mal en la materia.  Luis Arroyo Pérez, director de la Escuela de Etiqueta nos ayudó a identificar los principales y a extractarlos de su libro “La mesa está servida”. Las normas están casi en desuso porque se dejaron de enseñar en las casas y en las escuelas , pero los jóvenes están muy interesados en reavivar esos conocimientos.

1- Apoyar los codos sobre la mesa, antes, durante y después de la comida. Solo se deben apoyar muñecas o antebrazo.

 2- Poner los cubiertos apoyados a los bordes del plato como si fueran remos. Una vez levantados del mantel, los cubiertos no vuelven a apoyarse sobre el mismo. Deben descansar sobre el plato cruzados formando una A mayúscula.

 3- Cortar el pan con el cuchillo o tomarlo entero y llevarlo a la boca.

 4- Hacer gestos o movimientos con los cubiertos en la mano.

 5- Llamar al mozo a los gritos, silbando o gesticulando.

 6- Masticar con la boca abierta.

 7- Hablar mientras se tiene comida en la boca.

 8- Usar la servilleta como babero

 9- Agacharse en busca de la comida. Son los cubiertos los que deben subir hasta la boca.

 10- Separar demasiado los brazos del cuerpo como si fuera un aleteo al cortar.

 11- Levantar o volcar el plato de sopa para terminarlo.

 12- Levantar algún utensillo, servilleta o elemento de la mesa que haya caído al suelo. Llame al

 mozo.

 13- Soplar el caldo o la comida para enfriarlo.

 14- Dejar algo de comida como señal de buena educación.

 15- Cambiar los cubiertos de mano, usando el tenedor en la derecha para pinchar trozos ya cortados, y el cuchillo a la izquierda como una pala para empujar las guarniciones.

 16- Usar palillos para remover alimentos que le hayan quedado entre los dientes.

 17- Tomar las copas o vasos con la mano izquierda. Los líquidos  a beber están ubicados a la derecha, se toman sólo con la mano derecha.

18- Chocar las copas al brindar. Debemos levantar las copas a la altura del rostro, decir salud y

beber.

 19- Subir solamente la taza de café. Se sube el platillo con la mano izquierda y  toma la taza de café con la mano derecha.

 20-Beber algún líquido mientras tenga comida en la boca.

En Paraguay es muy generalizado

Luis Arroyo Pérez sostiene que todo el mundo comete estos errores. “En Paraguay es muy generalizado, no tiene estratos sociales y no tiene nada que ver con el dinero. Incluso hay un refrán que dice: Mucho dinero, poca educación, mala combinación”.

Mencionó que sus padres comentaban que en la década del 50 y el 60 había una materia en las instituciones de enseñanza que se llamaba Urbanidad y que había libros que enseñaban a lustrarse los zapatos, cepillarse los dientes, etc. “Eso quién enseña hoy día. Absolutamente nadie”, dice.

Arroyo sostiene que los buenos modales deben volver a enseñarse en la primaria. Incluir en la currícula de formación de docentes para que estos lo transmitan a sus alumnos. Incluso va más allá y sostiene que debe ser materia de las carreras universitarias. Actualmente sólo las carreras de Relaciones Públicas y Relaciones Internacionales estudian las normas de etiqueta y protocolo.

Estas normas se originaron en las cortes europeas de donde pasaron a la población. De allí viene la palabra cortesía. “Estamos muy mal si nos comparamos con Europa, esas costumbres cayeron en desuso por falta de enseñanza. Hoy un niño de 10 años no tiene idea de dónde está porque se dejó de enseñar. El papá y la mamá ya no están con el chico”.

Sin embargo a pesar de que vivimos una época en donde todo parece más rápido, descartable casi irreverente, los jóvenes son los que demandan estas enseñanzas a la hora de postularse para un puesto laboral. “En los cursos, hay más varones que mujeres. Siempre se creyó que esto de la etiqueta era cosas de mujeres”, dice Arroyo.

El entrevistado remarcó que no existe una educación para comportarse dentro de la casa y otra para actuar en público. “Si yo en casa le paso el pan al huevo o para limpiar el plato de comida, también lo voy a hacer en público. Un niño que en el patio de comida de un shopping arroja la comida al suelo, si no le ponen límites, será un desastre cuando llegue a adulto”.

Arroyo ya formó a unas 500 personas en los cuatro años de existencia de su Escuela de Etiqueta, sin contar las numerosas conferencias que dictó y los cursos privados que imparte.