Se llama en realidad Sandra Valinoti, pero cuando en el 2011 creó la marca Tana Valinoti, todos comenzaron a llamarla con ese apelativo. El domingo se consagró campeona de la cocina italiana. Tiene una fábrica de alfajores y se dedica a lo dulce. En la final se impuso cocinando un spaghetti amatriciana frente al otro finalista Mathías Nicolicchia.

Tana ganó 2 a 1, porque en la votación virtual que estuvo a cargo del público ella se impuso por 1719 contra 1.625 votos de Nicolicchia. En la prueba en vivo que se desarrolló en Casa Rica uno de los jurados Pasquale Maione (Pulcinella) o Marco Musu (Quatto Mori) le otorgó el punto que desequilibró la definición a su favor. Ambos cocinaros spaghetti amatriciana, utilizando los mismos ingredientes.

La ganadora, tiene 39 años, está casada y tiene una hija de cuatro años. Tiene una fábrica de alfajores, Madelina Alfajores con más de 100 puntos de venta. También posee la marca Tana Valinoti, con la cual produce chipita piru de almendras y otras cosas dulces aptas para celíacos y diabéticos. Estudió panadería y cocina en la Escuela O´Hara. Ella es contadora de profesión, pero desde el 2011 comenzó con pequeños emprendimientos personales.

No es precisamente una experta en comida italiana. “Yo estoy en el Grupo Noi
Siamo y después me asocié, y así me llegaron los mensajes de wasap con invitaciones al concurso. Y me animé, es la primera vez que participo en un concurso de cocina. Nunca me metí antes, gané algunos premios con mis productos, pero como emprendedora”, nos cuenta.

Tana Valinoti junto a Mathías Nicolicchia, el otro finalista del torneo. Ella fue la ganadora porque obtuvo el voto del público y de uno de los miembros del jurado.

“Yo solamente cocino para mi familia, para mi casa, comemos cosas básicas, cosas que comemos en Paraguay, no comida italiana, en este concurso me enteré de la existencia del guanciale (uno de los ingredientes de la salsa amatriciana), hago pastas, ñoquis, lasaña, como la que usé en la competencia”, confiesa.

“Nunca creí que pudiera ganar la competencia. Realmente, cuando me comenzaron a presentar a los participantes vi que ellos había chefs profesionales y me ví muy lejos de poder ganar. Participé más como una diversión, pero al final terminé enganchándome, por eso quiero agradecer a las personas que votaron por mi a lo largo del torneo”, siguió diciendo.

Tana se hizo acreedora de la Copa Noi Siamo, el trofeo instituido por el Grupo Noi Siamo Discendenti, que organizó el campeonato de la cocina italiana. Se trata de un grupo en redes sociales que agrupa a más de 30.000 italianos, descendientes de italianos y cónyuges. Tiene 10.000 asociados o miembros registrados. El campeonato se desarrolló de manera virtual a través de las redes sociales, con la participación de 16 concursantes. La final se realizó de manera presencial.

Finalmente, consultamos con Tana como veía su futuro luego de haber conquistado el torneo. Reconoció que su actualmente emprendimiento Madeline Alfajores le lleva el 100 por ciento de su tiempo.  “No tengo espacios para hacer cosas saladas y estoy comprando maquinarias para aumentar su producción y lanzar nuevas variedades de productos”.  Pero lanzó el mensaje de que “de repente es importante perder el miedo y probar fortuna, en el camino aprendemos muchas cosas”.

 

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