La bodega argentina Martino Wines suma su oferta de vinos a nuestro mercado basándose en una producción sustentable trabajando con cepas no tradicionales y teniendo como premisa que lo importante no es la cantidad sino la calidad. Recientemente, estuvo en nuestra ciudad, Fernanda Martino, directora general de la empresa dando a conocer sus productos, así como la filosofía que siguen.

Nos tocó asistir a una presentación realizada en el restaurante Malandras Grill junto a un grupo de invitados donde tuvimos la oportunidad de degustar varias etiquetas de Martino Wines que se presentaba como toda una novedad para nuestro ambiente. Martino Wines se autodefine como una bodega auténtica e inquieta.

“Queremos compartir los vinos que nos apasiona crear. Buscamos hacer vinos de excelencia, integrando la sustentabilidad, la comunidad y la experiencia del consumidor” dijo Fernanda. Y a continuación agregó: “Nuestros vinos son el resultado de la búsqueda constante por lo auténtico y extraordinario. Exploramos cepas singulares y creamos sabores que sorprenden y perduran”.

De izquierda a derecha, los varietales de Martino Wines, el Rosé, el Marselán, el Malbec, el Sangiovese y el Pedro Ximénez. Al último el Petit Verdot de la línea Superiore.

Ubicada en Luján de Cuyo, Martino Wines es una bodega basada en una estructura de 1901, que fue totalmente restaurada en el 2012 pero respetando su integridad arquitectónica y materiales originales. Es una pequeña bodega familiar producto de un sueño de Hugo Martino, padre de Fernanda, de hacer vinos de calidad. Ella comparte su búsqueda de excelencia y suma su visión personal que integra la sustentabilidad, la comunidad y la experiencia del consumidor. “Hoy nuestra bodega es la combinación de conocimiento e innovación al servicio de la calidad”, según expresó.

La bodega cuenta con dos viñedos en Mendoza donde trabajan la uva de una manera sostenible y sustentable para lograr que sean la expresión más auténtica del terroir, explorando cepas singulares. “Priorizamos la calidad sobre la cantidad”, señala. Y seguido dice que los vinos expresan el terroir y la identidad de la bodega, combinando ciencia y arte para lograr vinos que sorprendan.

Fernanda Martino, directora general de la bodega Martino Wines, posa junto a dos invitadas durante la presentación de la bodega realziada en el restaurante Malandras Grill.

Tiene varias líneas de producción y durante la presentación se degustaron varias etiquetas de la línea Varietales que busca revalorizar cepas inusuales. Así probamos el Martino Sangiovese, Martino Marselán y el Pedro Ximénez. Entre ellos también el Martino Malbec y el Martino Rosé, un blend de Pinot Noir y Merlot. También degustamos el Martino Petit Verdot, pero este ya de la línea Superiore que presenta algunos varietales en su mejor expresión. Vinos con perfil del Viejo Mundo y con alto potencial de guarda. En la línea Varietales también tienen el Martino Tempranillo, el Bonarda y el Cabernet Franc.

Todos los de la línea Varietales tienen su paso por barrica de roble francés hasta 12 meses. El Petit Verdot de la línea Superiore, tiene un tiempo de añejamiento de 24 meses también en barricas de roble francés. Tanto esta última etiqueta, como las anteriores mencionadas, tienen en el mercado local, un precio accesible. Están representadas por la empresa Frutos de los Andes, que está promocionándose principalmente a través de los distintos locales gastronómicos.

Martino Wines tiene una capacidad de producción de 1.500.000 litros al año, pero actualmente no está produciendo a pleno. El 80% de su producción se destina a la exportación y sólo el 20% se destina al mercado argentino. Su principal destino es China, seguido de Estados Unidos y Brasil. Ahora también llega a Paraguay tratando de enamorar al consumidor local con sus cepas inusuales y su combinación de tradición e innovación.

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