Tiburcio Benegas, encargado de exportación de la Bodega Benegas estuvo en nuestro
país recientemente para contarnos la historia de esa empresa y su tradición en la
elaboración de vinos de alta gama.
Tiburcio Benegas fue una figura clave en la historia de la vitivinicultura argentina, considerado uno de sus pioneros. Fundó bodegas, transformó la industria del vino en Mendoza y sentó las bases de la producción moderna en Argentina. Cinco generaciones después, otro Tiburcio Benegas visitó nuestra ciudad para contarnos de esa historia y hacernos probar algunos de esos vinos de alta gama que nacen de la tradición y la historia,
Tiburcio, el viejo, fue político, diplomático y precursor vitivinícola. En 1883 fundó la Bodega El Trapiche, una de las primeras de carácter industrial. Importó variedades finas desde Francia y Chile. Impulsó la ley de agua y sistema de riego para Mendoza. En 1999, su bisnieto Federico Benegas Lynch compró la histórica Finca Libertad y restauró una antigua bodega de 1901 en Luján de Cuyo. Con lo cual nace Bodega Benegas para continuar con el legado familiar.
Tiburcio, el joven, el tataranieto, llegó semanas atrás a nuestro país, en su calidad de encargado de exportación para verificar in situ la marcha de esa empresa y para contarnos la rica tradición de la bodega, en una amena reunión que tuvo lugar en el local La Herencia con participación de invitados especiales.

Mientras degustaremos el Clara Benegas Chardonnay, Tiburcio, nos comentaba que la bodega sigue siendo 100% familiar, de un porte más bien pequeño con una producción de 400.000 litros por año. El Chardonnay impresionaba por su aroma a durazno y piña, con un refrescante sabor, sumado a su delicada estructura. Está elaborado con uvas que se cultivan a 1.450 metros sobre el nivel del mar.
De ahí pasamos al Carmela Benegas Cabernet Franc Rosé, 100% cabernet franc, otro delicado y fresco vino, esta vez con aromas a frutas rojas. Con mayor volumen que el anterior pero equilibrado en relación a la acidez, las frutas y el alcohol. Mientras tanto Tiburcio nos informaba que Bodega Benegas solo trabaja con cultivos propios. Algunos de ellos muy antiguos plantados por el tatarabuelo. Tienen unas 40 has. en terrenos de altura y 240 has en otras zonas de menor altitud.
En medio de las degustaciones tuvimos ocasión de probar el payagua mascada de surubí preparado por La Herencia. Una verdadera delicia ideal para maridar con los vinos que iban descorchando. Le tocó el turno al Benegas Estate Wine Cabernet Franc. Aquí intervino Tiburcio, el joven, para informarnos que la Bodega tiene plantaciones muy antiguas de esta cepa. Nos recordó que la bodega es una de las pioneras en la apuesta del cabernet franc como varietal de alta gama. El vino icono de la bodega es el Benegas Lynch Cabernet Franc, elaborado con viñedos plantados en 1899.
Para el final quedó el Benegas Estate Wine Malbec, originado en la Finca La Encerrada (Gualtallary, 1450 msnm) y Finca Libertad (Maipú, 850 msnm). Tiene ocho meses de crianza en roble francés. Con taninos suaves y redondos, aterciopelado, “final prolongado y elegante” como señala en sus especificaciones. Se trata de la etiqueta que más vende la bodega.
Y hablando de ventas, Tiburcio informó que el 80% de la producción se exporta y que los principales mercados compradores son los Estados Unidos y el Reino Unido. Luego Canadá y resto de Europa. Nuestro país es un mercado que se encuentra en etapa de expansión. Los vinos de la Bodega Benegas son importados por la empresa Frutos de los Andes, que posee a la venta una amplia gama de la producción.